¿Cómo reaccionarías si tu médico te dice que usa inteligencia artificial? Expertos han alertado de los riesgos de uso en un ámbito tan sensible como la salud, pero hay formas de poder implementarla de forma responsable.
Existe la creencia de que el día de mañana los robots sustituirán a los cirujanos, o que la misma IA encontrará la cura para el cáncer. No te sorprenderá saber que esa realidad podría estar más cerca de lo que pensamos, a pesar de que hay quienes han levantado alertas ante el riesgo de remplazar a un médico de carne y hueso por una IA.
Principalmente se critica la posibilidad de que servicios como ChatGPT, Perplexity, DeepSeek o los chatbots tradicionales respondan a consultas médicas de forma errónea o imprecisa, sin considerar otros factores que sí tienen en cuenta especialistas de la salud y que, por supuesto, tienen muchas menos posibilidades de «alucinar».
Sin embargo, hay formas de avanzar en la implementación de esta. Por ejemplo, Apple está entrenando una IA para mejorar su app «Salud», que permite ver a los usuarios métricas en tiempo real sobre cantidad de pasos, horas de sueño e ingesta de calorías.
También hay otros casos de innovaciones con el análisis de imágenes médicas, detección de enfermedades oculares, y también el estímulo de habilidades cognitivas.
Los especialistas de la salud en España ahora tienen copilotos.
Por un lado están estas herramientas que ayudan en el diagnóstico, pero también hay otras que buscan mejorar la atención de especialistas de la salud a sus pacientes. El premio Impulso de la IA en Salud de los Paréntesis MEDia Gen-AI Awards 2024, asegura que «la IA liberará del teclado a los médicos en 2025», y esta es la propuestas de empresas como Tandem Health.
Esta es una startup sueca con gran implantación en los países del norte de Europa por una visión innovadora del uso de la inteligencia artificial en la salud, y llega a España para servir como asistente a especialistas de la salud. De la mano de este software, apuestan por una experiencia en la salud que permita que los doctores puedan pasar menos tiempo redactando historial médico y más preocupándose por los pacientes.
Conversamos con Jorge Pérez Hermilla, Country Manager de Tandem Health, para analizar los beneficios, los riesgos y el futuro de la IA en la medicina: «No termino de visualizar un escenario así como muy utópico-distópico de máquinas que se dedican a hacerlo todo… Y espero además que no llegue: no me gustaría que el médico, la persona, quedase desplazada de esto«.
¿Qué es Tandem Health? ¿Cuáles son las posibilidades con esta herramienta de copiloto para médicos?
Tandem Health es un copiloto médico, el copiloto médico líder en Europa, yo prefiero definirlo así un poco como asistente médico: asistente de documentación. Y lo que hace principalmente es que evita que el médico tenga que mecanografiar las historias clínicas o cualquier tipo de documentación clínica como ha tenido que hacer hasta ahora. Entonces, Tandem escribe utilizando inteligencia artificial las historias clínicas, la documentación clínica por ti. Esto tiene beneficios fantásticos. Los médicos, sobre todo los más expertos, los que llevan muchos años trabajando, son gente que no está muy familiarizada con la mecanografía. Que venga una herramienta de este estilo y que con solo un botón te permita generar un borrador de la historia clínica, que tú si no tendrías que estar escribiendo, pues es una fantasía, claro.
¿El asistente también aconseja respecto a patologías o tratamiento?
Nosotros no. No hacemos ningún tipo de recomendación. Y esto es importante, ¿no? Hay que saber distinguir para qué cosas funcionan la inteligencia artificial a día de hoy y para qué cosas no. Es decir, para hacer recomendaciones, nosotros vemos que la inteligencia artificial tiene ciertas limitaciones y que por tanto se tiene que utilizar con mucha más cautela.
Habéis mejorado económicamente el último año, ¿a qué se debe este éxito?
Hay dos elementos fundamentales en nuestra manera de trabajar. La primera es que nuestra herramienta está hecha por médicos y para médicos. Es decir, el 80% de nuestra plantilla –excluyendo a los desarrolladores– somos médicos.
Y luego yo creo que hay un punto también en nuestra manera de hacer las cosas y de nuestra manera de implementar el copiloto, porque es un poco distinto a lo que se suele ver en el playbook tradicional.
Y entonces, para eso nosotros tenemos una especie de guía, de hacerlo acompañando a los médicos, acompañando a los gestores, acompañando a todo el mundo que quiere desplegar Tandem en su clínica.
Nos atrevemos a adaptar Tandem a cualquier flujo clínico.
Estamos presentes en más de 40 de las 46 especialidades MIR de España. Es decir, hemos adaptado la herramienta a todo tipo de casos de uso, hospitalización a domicilio, cuidados especialistas y atención primaria.
¿Por qué os habéis fijado en España?
Desde el punto de vista volumétrico, probablemente sea el cuarto o quinto país de Europa con más profesionales sanitarios. Además, tenemos una lengua que tiene extrapolación clara a cualquier otra región de la hispanosfera.
Y luego yo creo que hay uno más interesante todavía, que nos hace distintos a otras regiones europeas del norte de Europa, por ejemplo, que en España la persona que desempeña el trabajo de administrativo, de redactar la historia clínica, es el propio médico.
En otras geografías, como en el norte de Europa, sí que existe una figura del administrativo clínico, del secretario médico, que se dedica a pasar a limpio las anotaciones o los dictados que hace un médico al acabar la consulta con el paciente. Eso en otros países no ocurre, pero en España sí. Entonces vemos que hay un valor absoluto, fenomenal, que se puede proveer a los médicos españoles.
¿Cuál es la postura de los médicos a la hora de adoptar esta tecnología?
Por naturaleza la medicina es conservadora y tiene sentido que lo sea, ¿eh? Yo no tengo ningún tipo de impugnación sobre esto. Pues esto por un lado, evidentemente, pero luego sí que vemos muchas veces entusiasmo. Vemos muchos médicos, sobre todo los más ancianos, que dicen “ostras, es que esto me va a ayudar muchísimo”.
Te cuento un caso también aquí en Suecia: un médico, yo creo que nuestro usuario más longevo –creo que tiene más de 80 años– y tenía pensado jubilarse este año y me dijo, “No. Voy a postergar dos o tres años más mi jubilación porque ahora no tengo que mecanografiar”.
O sea, a este nivel de transformación llega esta tecnología. Entonces, sí, nos encontramos médicos que, como con cualquier tecnología, cualquier medicamento, quieren comprobar que tenga un bagaje detrás, una evidencia detrás; y luego, por otro lado, esos médicos que también tienen mucho entusiasmo, porque ven que esto es el futuro, porque ven que esto es el presente y porque ven que les va a atajar problemas reales, tangibles, que sufren todos los días.
Una cosa es que los doctores tengan confianza en un asistente de inteligencia artificial, pero otra cosa es que los pacientes tengan confianza en doctores que usen inteligencia artificial. ¿Cómo se aborda esto?
Pues lo primero, con transparencia. Yo creo que siempre se trata de eso. Pues es decir, nosotros recomendamos muchas veces, por ejemplo, que se ponga en la sala de espera, cuando se está utilizando Tandem, que se ponga en sala de espera un pequeño folleto informativo que explique lo que hacemos, que explique, que permita también al propio paciente, escanearlo e informarse incluso más, y luego recabar consentimiento.
El beneficio para el paciente es que el médico se puede volcar exclusivamente, en darte atención y asistencia a ti como paciente.
Es decir, el médico ya no va a estar, pues, separado por una pantalla de ti. Se va a girar, te va a hablar, y esto es, en última instancia, lo que yo creo que da más confianza al paciente y lo que le hace confiar en esta tecnología y lo que hace que al final esté muy contento. El beneficio no es solo para el médico, es también para el paciente.
¿Cómo se aborda la ética, el uso ético de la inteligencia artificial en el área de la salud?
Claro, pues desde el punto de vista de ética, yo creo que es un poco lo que decíamos: La transparencia siempre por delante. Tandem está construido de una manera muy robusta para que los impactos que puedan ser consecuencia de un mal uso de la herramienta o de un problema con la herramienta sean los menores posibles.
Imaginémonos un sistema, a lo mejor, de diagnóstico, de intentar sustituir a un médico. Eso sí que puede tener consecuencias catastróficas.
Desde el punto de vista también de la privacidad y de la protección de datos, pues hay obtener todas las certificaciones vigentes. Es decir, la certificación ISO 27001, que obliga a informar cómo se deben tratar esos datos.
Por ejemplo, nosotros no almacenamos en ningún archivo de audio, sino que hacemos la transcripción en directo y una vez que está finalizada la transcripción, ya no hay nadie que tenga acceso a ningún tipo de grabación, porque esos archivos de audio se han eliminado.
Hoy en día hay gente que reemplaza a los profesionales de la salud por IA, ¿qué te parece eso? ¿qué hacéis vosotros desde Tandem?
Esto ocurría ya incluso antes de la aparición de los LLMs. Cuando tú estás buscando algo que no sabes, no sabes si lo que te están diciendo es cierto o no. El problema es que en este tipo de situaciones el depósito de responsabilidad o dónde recae la responsabilidad no está claro. Es decir, yo como paciente acudo a Google y en Google encuentro algo que me guía erróneamente. Yo no soy capaz de juzgar si es erróneo o correcto, pero no puedo responsabilizar a la otra parte.
Y lo mismo con los LLMs. Yo como paciente voy ahí, el LLM puede alucinar o puede contarme algo que no sea preciso o puede que no me esté haciendo las preguntas que tendría que hacerme para poder darme una recomendación, pero yo no soy capaz de juzgar si eso está bien o no.
Y esa es la ventaja principal del médico. El médico sí que sabe qué preguntas hacerte, y, en última instancia, sí que se responsabiliza de la recomendación que te haya dado, con lo cual hay ese incentivo a que esté mejorando continuamente y a minimizar los errores.
Entonces ahí es donde Tandem se centra mucho más, de decir, oye, esta parte que realmente no es tan médica, ¿cómo podemos ayudar? Pues así. Y luego el médico siempre debe estar ahí, supervisando, modificándolo, adaptándolo a su propio estilo y dándole la última verificación.
Hablemos de ciencia ficción, ¿cómo te imaginas la salud del futuro con la IA?
Yo espero que el ser humano siga jugando un rol fundamental y espero que se pueda seguir progresando y aumentando la productividad de los médicos o de los profesionales sanitarios. Y cuanto más podamos empoderar a estos médicos y a los profesionales sanitarios con herramientas del IA como la nuestra, creo que nos irá mejor y que nos podrá ayudar a abordar y a atajar toda la problemática que tenemos hoy.
¿Cómo lo visualizo un poco más concreto? Pues, visualizo un paciente que entra en una consulta, que lleva en su móvil una app a la que ya le ha dicho «doy todos mis permisos para protección de datos». Entra ahí y el médico está con él, está hablando con ese paciente y pueden tener una conversación amistosa, pueden tener una conversación incluso que aborde temas que no sean estrictamente médicos.
Una vez que acabe esta conversación… El médico, pues, tiene también ciertas recomendaciones por parte de una inteligencia artificial, recomendaciones ancladas en la evidencia científica demostrable, y el médico cuenta con todo el rango de opciones que esto le permita, incluso también comunicarse con otros médicos en directo para ayudarle a que pueda tomar la mejor de las decisiones y el paciente se sienta que ha recibido el mejor trato disponible.
No termino de visualizar un escenario así como muy utópico-distópico de máquinas que se dedican a hacernos todo, ¿no? Y espero además que no llegue: no me gustaría que el médico, la persona, quedase desplazada por esto.
Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.