Skip to main content

Una cláusula del proyecto de ley presupuestario republicano, conocido como el «One Big Beautiful Bill», ha desatado una intensa controversia al proponer un plazo de diez años que impediría a los estados y gobiernos locales regular la inteligencia artificial.

Este apartado forma parte de un paquete legislativo más amplio sobre impuestos e inmigración. La Cámara de Representantes ya lo aprobó, pero el Senado lo enfrenta con obstáculos importantes debido a preocupaciones bipartidistas y posibles conflictos con las normas de procedimiento.

La medida pretende evitar un «mosaico confuso» de leyes estatales sobre IA, con el argumento de que una regulación federal uniforme resulta esencial para fomentar la innovación y mantener el liderazgo de EE.UU. en el desarrollo tecnológico. Sin embargo, diversos sectores advierten que esta prohibición dejaría a los ciudadanos sin protección frente a posibles abusos de la IA, especialmente en áreas sensibles como la contratación, la vivienda, la atención médica y la aplicación de la ley.

Según informa CNN, un grupo de 141 organizaciones, entre ellas instituciones académicas, sindicatos y grupos de defensa de derechos civiles, envió una carta al Congreso para expresar su oposición a la cláusula. En la carta, las organizaciones alertan que, sin regulación estatal, las empresas de IA podrían operar sin rendir cuentas, incluso si sus tecnologías provocan daños previsibles o intencionados. “La disposición de preeminencia de la IA es un regalo peligroso para los CEO de las grandes tecnológicas, que han apostado todo por una sociedad donde una IA inacabada y sin rendición de cuentas se impone prematuramente en todos los aspectos de nuestras vidas”, afirmó Emily Peterson-Cassin, de la organización Demand Progress, autora de la carta.

Sin excepciones: el texto veta toda norma estatal sobre IA

Según 404 Media, el texto legislativo establece que “ningún Estado o subdivisión política del mismo podrá hacer cumplir ninguna ley o regulación que regule modelos de inteligencia artificial, sistemas de inteligencia artificial o sistemas de decisiones automatizadas durante el período de diez años a partir de la fecha de promulgación de esta ley”. El proyecto no contempla ninguna excepción.

Los firmantes advierten que esta desregulación impediría incluso actuar en casos donde una empresa “diseña deliberadamente un algoritmo que cause un daño previsible, sin importar cuán intencional o atroz sea la mala conducta o cuán devastadoras sean las consecuencias”.

Aunque algunos líderes de la industria tecnológica, como Sam Altman (OpenAI) y Brad Smith (Microsoft), respaldan una regulación federal “ligera”, también reconocen la necesidad de establecer salvaguardias que garanticen la seguridad y la confianza del público en la IA.

La cláusula enfrenta una revisión crítica en el Senado, donde podría quedar fuera del proyecto si los legisladores determinan que no cumple con las reglas del proceso de reconciliación presupuestaria, el cual restringe las disposiciones a asuntos estrictamente fiscales. Senadores de ambos partidos ya han expresado su preocupación por el impacto que esta medida podría tener en la capacidad de los estados para proteger a sus ciudadanos.

Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.

Gerard Quintana

Periodista. Me encanta el periodismo y la tecnología.

Dejar un comentario