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Salesforce ha puesto cifras a lo que en Silicon Valley ya se intuía: entre el 30 % y el 50 % de las tareas internas las ejecuta hoy la inteligencia artificial. Así lo aseguró su CEO y cofundador, Marc Benioff, en una entrevista con Bloomberg. Los algoritmos, según dijo, resuelven consultas de clientes con una precisión del 93 %, incluidos gigantes como Disney, lo que coloca a la compañía varios cuerpos por delante de sus rivales con menos volumen de datos.

Agentforce: empleados digitales a escala

El motor de esta transformación es Agentforce, una plataforma de “empleados digitales” capaz de vender, dar soporte y generar análisis sin supervisión humana. Más de 5 000 clientes ya la utilizan y el objetivo es alcanzar mil millones de agentes antes de que termine 2025. Benioff afirma que incluso su plan de negocio anual está coescrito por esta IA y un directivo humano: un ejemplo de colaboración híbrida que impulsa la productividad y abre nuevos modelos de servicio.

Despidos y ‘tiny teams’: el costo humano

El giro hacia los “tiny teams” —plantillas mínimas apoyadas en IA— tiene consecuencias: este año Salesforce ha recortado más de 1 000 puestos, aunque mantiene cientos de vacantes enfocadas a comercializar sus productos de inteligencia artificial. La estrategia reproduce un patrón que se extiende por todo el sector: reducir plantilla mientras se invierte a gran escala en automatización para proteger márgenes y acelerar lanzamientos.

Una tendencia más allá de Salesforce

Google y Microsoft calculan que la IA ya genera cerca del 30 % de su código, y un estudio de KPMG citado por Benioff indica que el 65 % de las empresas experimenta con agentes autónomos. El propio CEO pronostica que esta “revolución del trabajo digital” movilizará entre 3 y 12 billones de dólares en productividad global, situando la orquestación de agentes en el centro del próximo stack corporativo.

Riesgos y el ‘factor paranoia’

Benioff reconoce, sin embargo, los peligros: seguridad, desinformación y pérdida de control operacional. “Hay que estar paranoico”, advierte al comparar sus agentes autónomos con propuestas más asistenciales como Microsoft Copilot. Esa mezcla de visión estratégica y showmanship —se autodefine como la “Taylor Swift de la tecnología”— le ayuda a liderar el debate sobre el futuro del trabajo.

El reto para el mundo hispanohablante

Para la comunidad hispanohablante involucrada en IA, el caso Salesforce ilustra tanto la oportunidad económica como la fragilidad social de la automatización avanzada. Con legislaciones cada vez más atentas a la responsabilidad algorítmica, el gran desafío será equilibrar precisión, transparencia y formación continua, de modo que la promesa de productividad no se convierta en un juego de suma cero entre humanos y máquinas.

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