Durante años fue solo un corrector gramatical. Una herramienta discreta, útil, siempre al margen. Ahora quiere dirigir el tráfico. Grammarly ha comprado Superhuman, el cliente de correo ultrarrápido con IA, en un movimiento que suena más a salto de era que a simple adquisición.
De revisar comas a coordinarlo todo
Superhuman es una aplicación de correo electrónico diseñada para profesionales que quieren ahorrar tiempo. Nació como alternativa a Gmail, con una interfaz más ágil, atajos de teclado y funciones pensadas para reducir el número de clics por tarea. Si Gmail era una oficina con papeles apilados, Superhuman proponía un despacho minimalista y ordenado. Más tarde incorporó inteligencia artificial: empezó a redactar correos por ti, a resumir cadenas de mensajes y a ayudarte a priorizar. En menos de un año, multiplicó por cinco su uso entre usuarios intensivos.
Grammarly, que hasta hace poco corregía errores desde la sombra, ha decidido que ya es hora de aparecer en primer plano. Ha anunciado la compra —sin decir cuánto pagará— por hacerse con ese espacio central donde aún pasan buena parte de nuestras jornadas: la bandeja de entrada.
Correo, calendario, documentos: todo en uno
La compra no va sola. Grammarly lleva meses reforzando su músculo. Recaudó mil millones de dólares, se quedó con Coda —una app para escribir y coordinar tareas— y ahora suma Superhuman. Su plan: convertirse en una plataforma donde agentes inteligentes se encargan de tareas cotidianas.
Responder correos, proponer frases, reescribir mensajes, organizar reuniones. Todo eso, dentro de la misma interfaz. Según la propia empresa, más de 40 millones de personas usan Grammarly a diario. Con Superhuman, pretenden que no solo escriban mejor, sino que trabajen más rápido, con menos fricción, casi sin darse cuenta.
Rahul Vohra y su equipo, dentro del nuevo engranaje
Superhuman, valorada en 825 millones en 2021, cuenta con más de 100 empleados y un ingreso anual estimado en 35 millones. Su CEO, Rahul Vohra, se suma al equipo de Grammarly. La marca seguirá existiendo, pero integrada en una estructura mayor.
Shishir Mehrotra, presidente de Grammarly y ex YouTube, habla de una “suite de agentes colaborativos”. Es decir, pequeños asistentes con IA que no solo corrigen, sino que entienden el contexto y toman decisiones. El futuro, dice, pasa por no tener que saltar de app en app para hacer lo mismo de siempre.
Una promesa que también inquieta
No están solos en la carrera. Microsoft, Google y Salesforce ya inyectan IA en sus herramientas. La diferencia está en el enfoque. Grammarly apuesta por agentes que operan en segundo plano, que actúan según el flujo del usuario, sin interrumpirlo. El reto es técnico, pero también de confianza. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a delegar nuestras palabras? ¿Y nuestros tiempos?
Todo empieza (o termina) en el correo
Cada día se envían más de 50 millones de correos redactados con Grammarly. Ahora, con Superhuman, quieren que ese flujo no solo sea correcto, sino eficiente. Que un mismo espacio te ayude a priorizar, responder, organizar. Sin salir del correo. La bandeja de entrada, tantas veces saturada, se convierte en sala de máquinas. Un lugar donde los agentes hacen lo que tú harías, pero antes de que lo pienses.
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