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Ruoming Pang se incorpora al nuevo laboratorio de superinteligcia de Zuckerberg

Ruoming Pang, ingeniero clave en el desarrollo de inteligencia artificial en Apple, ha decidido cambiar de rumbo para unirse a Meta, un movimiento que revela la intensidad con la que se disputa el liderazgo en esta tecnología. La noticia fue confirmada por Bloomberg, y abre un nuevo capítulo en la pugna entre dos de los gigantes del sector.

Tras las bambalinas de Apple

Pang se unió a Apple en 2021 desde Alphabet. Dirigía el equipo de «foundation models», con cerca de 100 ingenieros. Bajo su mando nacieron propuestas como Genmoji, Priority Notifications y sistemas de resumen de texto para Siri. Su marcha sigue a la de su segundo, Tom Gunter, que salió el mes pasado, lo que ha empezado a encender señales de alarma interna.

La salida de Pang representa un golpe estratégico. Apple enfrenta tensiones entre construir IA propia o depender de proveedores como OpenAI o Anthropic—algo que habría mermado la moral de su equipo. A pesar de las promesas en la WWDC 2024 sobre mejoras en Siri, muchas de esas funciones han sido pospuestas por falta de modelos internos suficientemente robustos. Tras la partida, el liderazgo del equipo recaerá ahora en Zhifeng Chen, con una estructura más jerarquizada.

El reclamo de Meta Superintelligence Labs

Mark Zuckerberg ha reestructurado los esfuerzos de IA de la compañía bajo una nueva división, Meta Superintelligence Labs, dirigida por Alexandr Wang, ex​-CEO de Scale AI. Meta ha reclutado ya a investigadores de OpenAI, Anthropic y Google DeepMind. Para atraer a Pang, ofreció un paquete de compensación en “decenas de millones de dólares” por año.

Meta ya lanzó Llama 4 en abril; sin embargo, algunas versiones más avanzadas se retrasaron, lo que aceleró la contratación de talento externo. Además, su inversión de 14 000 millones en Scale AI le otorgó una valoración cercana a los 29 000 millones de dólares. Pero esta estrategia tiene caras y cruces: analistas apuntan que los mega​-salarios—incluso paquetes de hasta 100 M USD—pueden tensionar los márgenes y no garantizan resultados a largo plazo.

Una encrucijada tecnológica

Este fichaje expone una encrucijada clara para Apple: fortalecer internamente su capacidad en IA o apoyarse más aún en terceros. Meta, por su parte, se lanza de lleno a la carrera, con recursos y talento, pero asumiendo una intensa presión para rendir resultados. El futuro de la inteligencia artificial corporativa podría definirse en los próximos meses a partir de este movimiento decisivo.

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