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Tesla ha decidido cerrar su proyecto Dojo, un superordenador desarrollado internamente para procesar grandes volúmenes de datos y entrenar sus modelos de conducción autónoma. La orden vino directamente del CEO Elon Musk, provocando también la salida de Peter Bannon, líder del equipo. El sistema Dojo se concibió originalmente como una plataforma fundamental para acelerar la visión de Tesla hacia la conducción totalmente autónoma mediante el procesamiento masivo de vídeo y sensores de sus vehículos.

El abandono de este ambicioso proyecto coincide con una fuga significativa de talento: cerca de veinte empleados del equipo migraron hacia una startup emergente llamada DensityAI. El resto de los integrantes fue reubicado dentro de Tesla para trabajar en otros proyectos relacionados con centros de datos e infraestructura computacional. Este éxodo de conocimiento y especialización habría erosionado la capacidad de Tesla para seguir adelante con su superordenador propio.

Tesla también ajusta su estrategia tecnológica al reforzar alianzas externas. En lugar de fabricar internamente sus chips de entrenamiento, la compañía planea confiar más en partners como Nvidia y AMD para capacidad de cómputo, y en Samsung Electronics para la manufactura de semiconductores. De hecho, el fabricante surcoreano firmó un acuerdo millonario para suministrar chips de IA que impulsarán no solo los vehículos autónomos de Tesla, sino también sus robots humanoides y centros de datos.

Este cambio forma parte de una reestructuración más amplia que Tesla ha impulsado en los últimos meses, marcada por la salida de altos ejecutivos y despidos significativos en distintas áreas. Musk está redirigiendo los recursos hacia una integración más estrecha entre las tecnologías de IA y robótica dentro de su imperio empresarial, incluyendo la reciente incorporación del chatbot Grok en los vehículos de Tesla y la adquisición de la plataforma X por parte de xAI.

El cierre de Dojo pone fin a un sueño de autonomía tecnológica que Musk promocionó con entusiasmo desde 2019. Dojo fue presentado oficialmente en el AI Day de 2021 y prometía un poder de cómputo sin precedentes gracias a sus chips D1 diseñados internamente. Sin embargo, ese plan ha sido abandonado en favor de una estrategia más pragmática y colaborativa, apoyada en la externalización tecnológica y la contratación de infraestructuras ya existentes.

En resumen, lo que para muchos era un pilar de la visión de Tesla para la conducción autónoma parece haber sido sacrificado en su intento por acelerar la adopción de IA y robótica mediante alianzas estratégicas y una gestión más eficiente de recursos, en un contexto de fuga de talento y exigencias financieras crecientes.

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