De repente, una imagen fija cobra vida. Una foto de tu galería, animada por Google Photos, sin instalar nada nuevo y sin pagar por ello. Desde hace unos días, la app ofrece una nueva función en la pestaña Create que convierte imágenes estáticas en clips de cuatro segundos. Movimiento sutil, celebraciones inesperadas o versiones aleatorias con efectos. Todo al alcance de un toque, gracias a su modelo de inteligencia artificial llamado Veo 3.
Cómo funciona este gesto animado
En la práctica, el proceso es simple. Se elige una foto, se pulsa una de las opciones como “Subtle movements” o “I’m feeling lucky”, y en pocos segundos aparece un video. Sin necesidad de editar ni elegir parámetros. La IA interpreta la escena y genera movimiento como una brisa que agita el pelo, o una cámara que se desliza suavemente, o una chispa de confeti. Algunas transformaciones sorprenden, otras parecen apenas un parpadeo. En ambos casos, el resultado se puede guardar como video, compartir o combinar con otras herramientas como Remix, que aplica estilos visuales tipo anime, 3D o cómic.
Veo 3, el motor que está detrás del efecto
La tecnología que permite esta animación se llama Veo 3, un modelo de generación de video por IA desarrollado por Google DeepMind. Sustituye a la versión anterior (Veo 2) y ofrece más calidad, transiciones fluidas y mejor control de cámara. Aunque la versión completa está disponible para usuarios de los planes AI Premium (como Gemini Ultra), Google ha abierto una función limitada al público general desde la app de Google Photos, como parte de su apuesta por integrar la IA en productos cotidianos.
Lo que se genera, queda marcado
Cada video creado lleva una doble huella: una marca visual visible y otra invisible, conocida como SynthID. Esta tecnología, también desarrollada por Google DeepMind, incrusta metadatos que permiten identificar que el contenido fue generado por inteligencia artificial, sin alterar su apariencia. Además, Google asegura que todas las funciones pasan por pruebas de seguridad, incluidos los llamados ejercicios de «red teaming», que buscan detectar posibles usos maliciosos o fallos inesperados.
Del archivo al relato, pero ¿qué implica eso?
La propuesta es tan sencilla que cuesta ver sus implicaciones, tus fotos de siempre pueden ahora transformarse en otra cosa. No solo moverse, sino cambiar de atmósfera, de estilo, incluso de intención. Una sonrisa quieta puede convertirse en un gesto cálido o en algo desconcertante.
Google ofrece filtros, límites diarios y marcas de agua, pero la tecnología ya está en manos del usuario. Y de los algoritmos que eligen qué parte de la imagen conviene animar.
Una tendencia que se despliega en capas
Esta actualización se suma a una serie de mejoras que Google ha introducido en Photos en los últimos meses. Primero fue Ask Photos, una función de búsqueda por lenguaje natural que permite encontrar “la foto del cumpleaños con el pastel azul” o “la que tiene a Marta con gafas en la playa”. Luego llegó la edición por texto o voz usando Gemini, su IA generativa, que permite pedir cosas como «haz que parezca que es de noche». En todos los casos, Google incluye credenciales C2PA, un estándar de transparencia que indica si la imagen ha sido modificada por IA, y cómo.
La decisión que queda en los dedos
No hay efectos espectaculares ni animaciones largas. Son apenas cuatro segundos. Pero suficientes para abrir una nueva capa en la forma en que recordamos. Lo que antes quedaba guardado como una captura inmóvil ahora puede respirar, moverse, insinuar una historia. Google no está inventando la nostalgia animada, pero sí está facilitando que cualquiera pueda jugar con ella.
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