Bret Taylor, presidente del consejo de OpenAI y también CEO de la startup de agentes de IA Sierra, ha reconocido sin tapujos que el sector de la inteligencia artificial (IA) está inmerso en lo que parece una burbuja. Pero, afirma, eso no debería causar pánico: puede coexistir con su enorme potencial de transformación.
En una reciente entrevista con The Verge, Taylor fue preguntado si coincidía con otro ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, quien advirtió que “alguien va a perder una cantidad fenomenal de dinero en IA”. Taylor respondió que sí: estamos en una burbuja, muchas personas perderán dinero, pero al mismo tiempo la IA tiene la capacidad de transformar la economía y generar “una gran cantidad de valor económico” a largo plazo.
Taylor trazó paralelos claros con la burbuja puntocom de fines de los noventa. Pese al estallido posterior, dice, todos los que en 1999 creyeron en el internet —aunque muchos proyectos fracasaron— tenían razón en algo esencial: el internet cambió el mundo. Esa analogía sirve para advertir que, aunque muchas empresas de IA puedan caer, la infraestructura tecnológica, los modelos, y los usos reales que estén bien diseñados sobrevivirán y probablemente marcarán una evolución profunda.
Dentro de ese reconocimiento de riesgos, Taylor advierte sobre lo que podríamos llamar “inversiones especulativas excesivas”: compañías con ideas vagas, valuaciones grandes sin respaldo claro, expectativas infladas — elementos que suelen aparecer en contextos de burbuja. Sin embargo, insiste en que esas distorsiones no anulan lo fundamental: que la IA puede ser tan disruptiva como lo fue Internet, con aplicaciones reales en salud, educación, trabajo, agentes automatizados, etc.
El mensaje central de Taylor para inversores, emprendedores y observadores es doble: por un lado, moderar expectativas, reconocer que habrá fracasos; por otro, mantenerse comprometidos con proyectos de valor, con impactos tangibles. La burbuja —si existe realmente como un estallido generalizado— no debe verse necesariamente como algo negativo si sirve para separar lo sostenible de lo frívolo.
En suma, Taylor afirma que es posible estar al mismo tiempo en una burbuja y creer firmemente en el futuro de la IA. La tensión entre entusiasmo desbordado y prudencia parece inevitable en esta etapa de la revolución tecnológica. Pero según él, bien gestionada, esta fase de especulación puede resultar una parte necesaria del proceso histórico que produce cambio estructural.
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