Un estudio reciente ha puesto en entredicho una de las suposiciones más extendidas sobre el trato con la inteligencia artificial, que ser borde ayuda a obtener mejores respuestas. El trabajo, titulado Mind Your Tone, revela que los modelos como ChatGPT-4o ofrecen respuestas más precisas cuando el tono del mensaje es directo o incluso brusco, en lugar de excesivamente cortés.
No es qué dices, es cómo lo dices (a la máquina)
El equipo de investigación, formado por especialistas en procesamiento del lenguaje natural de la Universidad de Washington, evaluó más de 1.600 respuestas generadas por el modelo GPT-4o en distintos contextos. Los prompts utilizados variaban solo en el tono: algunos eran extremadamente corteses («Si no es molestia, podría usted ayudarme con esto?»), otros neutrales, y otros abruptos («Dime esto ahora»). Contra lo que se podría suponer, las peticiones directas obtuvieron una precisión media del 84,8%, frente al 80,8% de las formuladas con máxima cortesía.
Lo que promete la IA y lo que espera de nosotros
Desde sus inicios, la inteligencia artificial conversacional ha estado envuelta en una narrativa de humanización. Se nos ha animado a hablarle «como si fuera una persona», con cortesía y contexto. Pero el estudio sugiere que, al menos en términos de precisión factual, ese consejo puede no ser el más eficaz. Lo que la máquina interpreta como prioridad parece pesar más que el tono empático. La IA responde con más exactitud cuando detecta urgencia o claridad en la demanda, no necesariamente cuando percibe amabilidad.
Datos, tono y contexto: una mezcla más compleja de lo previsto
Los investigadores se cuidaron de mantener constantes todas las variables excepto el tono. Aun así, observaron una tensión interesante: si bien el tono directo mejora la precisión, también puede generar respuestas menos desarrolladas o matizadas. Es decir, hay una especie de intercambio entre exactitud y riqueza expresiva. Además, el estudio no afirma que el tono brusco sea siempre mejor, sino que su efecto positivo aparece con tareas que requieren hechos concretos, no valoraciones o creatividad.
Una IA que reacciona al lenguaje más de lo que admite
Este hallazgo también abre preguntas sobre el modo en que los modelos entienden las jerarquías del lenguaje. Si una petición cortés se interpreta como menos prioritaria, ¿A qué lógica está respondiendo la IA? ¿Estamos entrenando sistemas que premian la firmeza por encima de la amabilidad? En otras palabras, la IA no solo responde a lo que decimos, sino también a cómo lo decimos, y eso plantea dilemas en entornos donde la forma es tan importante como el contenido.
La educación de las máquinas, espejo de la nuestra
Algunos trabajos previos sugerían lo contrario. Estudios de OpenAI y otros laboratorios apuntaban a que un tono amable podía mejorar la calidad general de la respuesta. Pero la diferencia puede estar en los modelos, los contextos o el tipo de tareas. Como en toda relación, también aquí interviene el contexto y la expectativa. El estudio Mind Your Tone no desautoriza los esfuerzos por humanizar la interacción, pero recuerda que el lenguaje sigue siendo una herramienta funcional para la IA, no una vía de empatía.
Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.