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OpenAI ha presentado una nueva funcionalidad en ChatGPT llamada Shopping Research, diseñada para transformar la experiencia de compra online. Ya no se trata solo de responder dudas sobre productos, ahora la IA construye guías personalizadas a partir de una conversación con el usuario. Importa porque redefine el papel de la inteligencia artificial, de asistente puntual a consejera principal en decisiones de consumo.

Una conversación que sustituye a las pestañas abiertas

Shopping Research funciona a modo de diálogo. El usuario describe lo que busca (“una aspiradora sin cable silenciosa para un piso pequeño”, por ejemplo) y la IA responde con preguntas para afinar el criterio. Luego genera una guía con opciones adaptadas.

La herramienta se basa en una versión optimizada del modelo GPT-4, ajustada específicamente para tareas de investigación de compras. Analiza sitios de comercio electrónico, reseñas de productos y comparativas para construir una respuesta estructurada, que muestra diferencias clave y alternativas.

Lo que promete: menos ruido, más decisiones

La ambición de OpenAI es convertir un proceso disperso en una experiencia centralizada y eficiente. Promete tres cosas:

  • Ahorrar tiempo en la búsqueda de información.
  • Adaptar las recomendaciones al contexto del usuario (presupuesto, preferencias, necesidades específicas).
  • Dar claridad cuando la oferta es compleja o los criterios son múltiples (como elegir una cámara para vídeo submarino 4K por menos de 300 euros).

Datos en juego: entre la memoria y la web

Para personalizar las guías, la IA utiliza tanto datos proporcionados en la conversación como información previa del perfil, si la memoria de usuario está activada. Puede recordar que vives en un estudio o que tienes mascotas, por ejemplo.

En segundo plano, la IA rastrea fuentes abiertas cómo tiendas online, blogs especializados, tablas comparativas. OpenAI asegura que evita contenidos de baja calidad y que los chats no se comparten con comercios. Tampoco hay enlaces de afiliación ni promociones encubiertas.

Dudas razonables y zonas grises

La propia empresa advierte que los precios y disponibilidades pueden cambiar, y recomienda comprobar siempre en el sitio original.

También persisten preguntas sobre la transparencia. Aunque OpenAI afirma no recibir comisiones, no está claro cómo selecciona y jerarquiza la información. Si ciertas plataformas limitan el acceso a sus datos (como Amazon), la experiencia podría ser parcial.

Y otra tensión es el cambio de rol. De buscar y decidir a dejar que una IA filtre, sintetice y proponga. El usuario pasa de piloto a copiloto.

Comparaciones con otros formatos

Frente a los clásicos comparadores de precios, Shopping Research ofrece una experiencia conversacional. A diferencia de las guías patrocinadas, promete neutralidad. Y a diferencia de una búsqueda en Google, elimina el trabajo de filtrar y entender la información dispersa. La idea no es nueva, pero su integración en ChatGPT permite aplicar esta lógica a cualquier producto, en cualquier momento, con una sola pregunta.

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