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Abu Dabi acaba de dar un paso significativo en su estrategia de convertirse en una potencia tecnológica global mediante la apertura de un nuevo laboratorio conjunto de inteligencia artificial y robótica con Nvidia. Anunciado el 22 de septiembre de 2025, este centro —el primero de los llamados Nvidia AI Technology Centers en Oriente Medio— surge de la colaboración entre la multinacional estadounidense y el Instituto de Innovación Tecnológica (TII), brazo aplicado del Consejo de Investigación en Tecnología Avanzada de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

El laboratorio apunta a desarrollar modelos avanzados de IA y plataformas robóticas: humanoides, brazos robóticos y robots de cuatro patas, entre otros. Un elemento central de la colaboración es el despliegue del chip Thor, diseñado específicamente para sistemas robóticos de alto nivel. Según Najwa Aaraj, directora ejecutiva de TII, esta pieza de hardware permitirá acelerar la investigación práctica en escenarios reales, no solo en simulaciones: transporte, logística, energía, cambio climático y genómica serán algunos de los sectores beneficiados.

Este nuevo laboratorio no se produce de forma aislada: forma parte de una estrategia mayor del gobierno de los EAU para diversificar su economía, reduciendo la dependencia del petróleo y apostando fuertemente por la innovación tecnológica. El TII ya había colaborado con Nvidia en entrenar modelos lingüísticos propios utilizando sus chips. Ahora, con acceso a nuevas arquitecturas más especializadas, el país busca cimentar una base tecnológica local robusta, con talento cara al futuro.

No obstante, la dimensión geopolítica de esta iniciativa añade complejidad. Un acuerdo previo, también espectacular, para construir un enorme campus de datos en Abu Dabi con tecnología estadounidense (incluyendo chips Nvidia) aún no se ha concretado completamente. El bloqueo no es técnico, sino de seguridad: preocupaciones de EE. UU. sobre los vínculos entre los EAU y China han ralentizado permisos y decisiones clave. Esto revela cuán estrechamente la innovación de hardware de IA está interrelacionada con las políticas de control de exportaciones y alianzas estratégicas.

El nuevo centro puede funcionar como catalizador del ecosistema regional de innovación. Si funciona como se espera, podría atraer tanto capital como talento local e internacional. Además, al incorporar hardware avanzado como el chip Thor, Abu Dabi no solo logra incrementar su capacidad de investigación, sino que también eleva su capacidad de producir soluciones prácticas, exportables a otros países del Golfo y más allá. Esta apuesta estratégica podría redefinir la región como un nodo significativo en el mapa global de IA y robótica.

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