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Sam Altman, líder de OpenAI, ha decidido que la próxima gran revolución no pasa por una pantalla. Junto a Alex Blania, cofundador de Worldcoin, prepara el salto al cuerpo humano: Merge Labs, una nueva startup que busca conectar el cerebro directamente con sistemas digitales. El movimiento no solo planta cara a Neuralink, el proyecto de Elon Musk, sino que reaviva una rivalidad latente desde hace años. En esta carrera, la inteligencia artificial deja de ser un asistente y se convierte en extensión.

Chips que escuchan sin que hables

Merge Labs desarrolla interfaces cerebro-computadora (BCI) de alto ancho de banda, pensadas para leer y traducir la actividad neuronal en señales digitales. No se trata de mover un cursor con la mente, sino de construir una vía directa entre pensamiento y acción. Una especie de puerto USB interno, sin teclas ni pantallas.

La fusión como horizonte narrativo

La propuesta no se queda en lo clínico. Altman y Blania hablan de simbiosis, de una tecnología que se integra en la vida diaria. Una IA que no se consulta, sino que se siente. En sus palabras, el objetivo es «fusionar humanos y máquinas», no solo para tratar dolencias neurológicas, sino para ampliar las capacidades humanas. El cuerpo como interfaz, la mente como sistema operativo.

Dinero, aliados y una distancia prudente

La empresa está valorada en 850 millones de dólares y busca recaudar otros 250. Parte de esa financiación llegaría desde el brazo inversor de OpenAI, aunque Altman, al menos por ahora, mantiene las manos fuera del volante. Ni inversión personal, ni puesto directivo. Su implicación es de fondo, como quien prepara el escenario y se aparta unos pasos.

Un viejo duelo, ahora en clave neural

La historia entre Musk y Altman arrastra desacuerdos desde 2018, cuando el fundador de Tesla salió del consejo de OpenAI. Neuralink ya ha logrado implantar chips en humanos y alcanzar una valoración de 9.000 millones. Merge llega tarde, pero con una narrativa distinta, menos ciencia-ficción, más IA aplicada. Una partida donde el tablero no es el mercado, sino el cuerpo.

No son los únicos en la mesa

Aunque el duelo Musk-Altman capte titulares, el ecosistema BCI es más diverso. Synchron ha integrado ChatGPT en una interfaz no invasiva ya probada en pacientes. Precision Neuroscience, cofundada por un exNeuralink, tiene aprobación de la FDA para su implante Layer 7. Paradromics trabaja en soluciones de alta resolución para comunicaciones directas. Merge entra en una conversación que ya había empezado.

Una promesa sin fecha ni forma

Merge Labs está en fase embrionaria. No hay dispositivos ni cronograma. Lo que hay es una idea y un nombre que hace ruido. La tecnología aún no está, pero la imagen ya circula. Un futuro donde las máquinas no nos asisten desde fuera, sino que nos acompañan desde dentro.

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