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OpenAI y Amazon han iniciado conversaciones para una posible inversión multimillonaria que podría cambiar el mapa de alianzas en la inteligencia artificial. Según informó CNBC, Amazon estaría considerando inyectar más de 10.000 millones de dólares en la desarrolladora de ChatGPT. La operación, que aún no está cerrada, podría situar a OpenAI con una valoración de medio billón de dólares.

Chips, nubes y alianzas cruzadas

Más que una simple inversión financiera, el acuerdo incluye una dimensión estratégica dónde OpenAI utilizaría los chips Trainium de Amazon, desarrollados por AWS para entrenar modelos de IA. Hasta ahora, la compañía liderada por Sam Altman había trabajado principalmente con la infraestructura de Microsoft Azure. Pero la posible entrada de Amazon marca un nuevo equilibrio en el reparto de proveedores.

La conversación se da en un contexto donde OpenAI necesita acceso constante y diversificado a infraestructura computacional. Sus modelos más avanzados consumen cantidades masivas de energía y potencia de cálculo. En ese sentido, sumar a Amazon como proveedor tecnológico y socio financiero resolvería dos necesidades al mismo tiempo.

Una relación que no es nueva

Amazon ya ofrece servicios a OpenAI a través de AWS, pero esta sería la primera vez que se plantea una participación accionarial directa. A la vez, se alinean con una tendencia reciente, las llamadas inversiones circulares. Es decir, acuerdos donde una empresa invierte capital y al mismo tiempo asegura que su tecnología sea utilizada por la compañía receptora.

La jugada recuerda a otros movimientos similares. Microsoft, que hoy posee cerca del 27 % de OpenAI, firmó acuerdos exclusivos de comercialización y ha integrado los modelos de la empresa en sus propios productos. No obstante, ese marco se ha flexibilizado en los últimos meses para permitir otras colaboraciones.

Datos, escalabilidad y poder computacional

OpenAI ha firmado recientemente contratos por miles de millones con proveedores como Nvidia, AMD y Oracle. La razón es clara ya que sus modelos necesitan infraestructura a una escala que pocos pueden ofrecer. La entrada de Amazon podría asegurar una línea de suministro propia, basada en sus chips Trainium y redes de centros de datos.

Este tipo de asociaciones no solo garantizan potencia, sino también influyen en cómo se diseñan y escalan los modelos de IA. Al tener acceso a tecnología específica de un proveedor, las decisiones técnicas se ajustan a las capacidades del hardware, lo que puede condicionar tanto el rendimiento como la arquitectura de los sistemas.

Un paso previo a la salida a bolsa

Algunos medios especulan con que OpenAI podría estar preparando su salida a bolsa. Una inversión como la de Amazon, de concretarse, serviría como paso previo para elevar su valor de mercado y diversificar su base de inversores. Las fuentes consultadas por Reuters y Bloomberg coinciden en que la empresa podría aspirar a una valoración cercana al billón de dólares.

No hay confirmación oficial por parte de ninguna de las dos compañías. Las conversaciones continúan en privado y podrían cambiar en cualquier momento. Pero el interés de Amazon es sintomático: la carrera por controlar la infraestructura de la IA está lejos de terminar.

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