Anthropic ha vuelto a mover ficha. Claude Sonnet 4.5 no es solo una versión más potente. Es una arquitectura que permite a la IA ejecutar acciones directamente, programar, gestionar archivos, coordinar tareas y mantener contexto sin supervisión constante. Con esta versión, Anthropic introduce una capacidad operativa sostenida que desplaza el foco del «asistente que responde» al «agente que actúa».
Una arquitectura que hace algo más que hablar
Claude Sonnet 4.5 no es solo una mejora técnica. Es una extensión funcional. Puede leer archivos, ejecutar comandos, coordinar tareas, modificar documentos y mantener el hilo durante horas. No necesita que alguien le pregunte todo el rato. Ya no es solo un asistente. Es un ejecutor.
Entre sus novedades incluye un sistema de puntos de control (checkpoints) que permite volver a estados anteriores del código en caso de errores, lo que facilita el desarrollo iterativo. La extensión nativa para Visual Studio Code mejora la integración con flujos de trabajo habituales de programadores.
Además, el modelo puede interactuar directamente con documentos, hojas de cálculo y terminales, lo que le permite ejecutar tareas complejas desde un mismo entorno. Por último, con el SDK de agentes de Claude, desarrolladores pueden construir subagentes que colaboren entre sí en tareas múltiples o secuenciales. Con estos mimbres, el modelo puede dividir tareas, mantener contexto y avanzar por su cuenta.
De responder bien a mantenerse en marcha
Según Anthropic, Sonnet 4.5 es capaz de mantener una sesión de trabajo de más de 30 horas sin asistencia directa. No es una cifra menor. Su predecesor, Opus 4, rondaba las siete. En el benchmark SWE-bench Verified, especializado en tareas de programación reales, pasa del 42 % al 61,4 %. Más que una mejora incremental, parece un cambio de fase.
Seguridad en capas: filtros, niveles y tarjetas
Para evitar sustos, Claude 4.5 se despliega bajo el paraguas AI Safety Level 3 (ASL-3). Incluye filtros que bloquean contenidos químicos, biológicos o manipulables. Anthropic afirma que los falsos positivos se han reducido en un factor de diez respecto a versiones previas. Su «system card» —una especie de ficha técnica extendida— incluye evaluaciones de interpretabilidad, alineamiento y resistencia ante ataques tipo prompt injection. La promesa es más potencia, pero sin perder el control.
Autonomía, pero ¿bajo qué vigilancia?
La tensión es inevitable. Si el modelo trabaja solo, ¿quién sigue sus pasos? ¿Cuándo se interviene? ¿Y qué pasa si algo se escapa de los clasificadores automáticos? Las acciones que Claude 4.5 puede ejecutar (leer archivos, mover datos, ejecutar comandos) requieren reglas claras y seguimiento constante. La autonomía no es gratis, exige supervisión.
Una carrera en la que ya no se corre solo
Anthropic no va sola. Reuters y Business Insider apuntan a una estrategia clara de integrarse en entornos empresariales, como Microsoft Copilot, y competir con modelos como GPT-5. The Verge señala un caso concreto. Claude Sonnet 4.5 escribió una aplicación web de 11.000 líneas durante una sesión de 30 horas, sin que nadie tocara el teclado. No se trata solo de responder bien. Se trata de actuar sin preguntar.
Una promesa en fase de prueba
Claude Sonnet 4.5 marca un punto de inflexión. Ya no es una IA que espera. Es una que empieza. Una que sigue. Una que decide (hasta cierto punto). Pero su despliegue real no depende de lo que sabe hacer, sino de lo que otros se atrevan a dejarle hacer.
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