En verano de 2025, Perplexity lanzó Comet, un navegador que incorpora un asistente de inteligencia artificial capaz no solo de responder preguntas, sino de actuar en nombre del usuario directamente sobre páginas web. Esta capacidad, más propia de un agente autónomo que de un buscador tradicional, marca un cambio en cómo las personas interactúan con internet. Ahora, un estudio académico ofrece el primer análisis a gran escala sobre cómo se adopta y para qué se usa esta tecnología.
Qué se estudió y por qué importa
El estudio, realizado por investigadores de Harvard y del equipo de Perplexity, se basa en cientos de millones de interacciones anónimas con Comet Assistant, el agente integrado en el navegador Comet. Analiza datos entre julio y octubre de 2025, en una fase de rápido crecimiento tras la apertura del producto a más usuarios.
La investigación no se limita a medir cuánto se usa el agente. Su aporte está en descomponer las tareas realizadas, identificar perfiles de usuario, observar su evolución en el tiempo y revelar patrones en la automatización de decisiones. Es una de las primeras aproximaciones empíricas a cómo se comportan los agentes de IA en uso real y masivo.
Quiénes lo usan y con qué intensidad
Los datos del estudio muestran una adopción más rápida y profunda entre personas con alto nivel educativo, ubicadas en países con mayor acceso digital. Profesionales de áreas como tecnología, academia, finanzas o medios lideran el uso. También se detecta que quienes comenzaron antes tienden a usarlo más intensivamente.
Más del 60% de las interacciones provienen de perfiles profesionales o académicos. La frecuencia de uso crece con el tiempo y con la familiaridad con las capacidades del agente. Hay una curva clara de adopción progresiva.
Cómo se clasifican las tareas realizadas
Los autores construyen una taxonomía jerárquica de tres niveles para clasificar los usos: área temática, subtema y acción concreta. Así identifican tres grandes bloques
- Productividad personal y profesional
- Investigación, aprendizaje y redacción de contenido
- Exploración de productos, servicios o cursos en línea
Las tareas más frecuentes incluyen generación de resúmenes, planificación de proyectos, comparación de opciones, redacción guiada y organización de información compleja. El 57% de todas las interacciones están relacionadas con productividad o aprendizaje, mientras que el 16% son de tipo educativo.
Cómo evoluciona el uso con el tiempo
Al observar el comportamiento de los usuarios, el estudio detecta que las primeras interacciones tienden a centrarse en tareas simples. Con el tiempo, los mismos usuarios exploran usos más complejos o estratégicos. Las consultas se vuelven más cognitivas, como tomar decisiones con múltiples variables, redactar con estructura o filtrar información ambigua.
El patrón sugiere que los agentes de IA no son herramientas de una sola función. Se adaptan al contexto y amplían su utilidad conforme el usuario reconoce su potencial. La confianza genera complejidad.
Qué tensiones emergen en el uso autónomo
La capacidad del agente para actuar directamente sobre sitios web ha generado conflictos. En noviembre de 2025, Amazon advirtió a Perplexity que el uso de su web por parte de agentes automáticos podía violar sus términos. No se trata de un caso aislado. Plataformas de comercio, educación y contenidos enfrentan el dilema de recibir tráfico automatizado sin intervención humana directa.
Esto abre un debate aún sin respuesta legal clara. Qué sucede cuando una IA actúa como usuario, sin que el usuario toque el teclado. Y qué tipo de relación contractual existe entre plataformas y agentes autónomos.
Cómo se compara con otras plataformas
El estudio también menciona que Comet no opera en vacío. Navegadores como Arc, Edge o herramientas emergentes como Rabbit están explorando modelos similares. Sin embargo, Comet se diferencia al integrar desde su diseño una arquitectura para agentes autónomos. No añade IA como capa, sino que organiza la navegación en torno a ella.
Esta integración nativa le permite actuar sin fricción entre buscar, leer y ejecutar. En vez de ser un complemento, el agente es el núcleo del entorno digital.
Qué dice este estudio sobre el futuro del trabajo con información
Los resultados no sugieren solo una mejora en búsquedas. Muestran un cambio en cómo las personas delegan tareas digitales. La IA ya no responde, actúa. Y al hacerlo, transforma la relación con la información. Lo que antes era una búsqueda ahora puede ser una acción completa. Lo que antes era una duda se convierte en una secuencia de tareas automatizadas.
Para muchos usuarios, esto no es una herramienta puntual, sino un nuevo entorno de trabajo. Uno que filtra, sintetiza y decide sin requerir cada clic. El agente se convierte en un operador más en la mesa digital.
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