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OpenAI ha presentado una nueva función para ChatGPT que convierte al asistente conversacional en una pasarela de compra. Con la integración de «Instant Checkout» y el «Agentic Commerce Protocol», los usuarios pueden descubrir productos, seleccionarlos y comprarlos, todo sin salir de la conversación. El movimiento redefine los límites entre recomendación y transacción. Si se afianza, podría alterar cómo compramos online, menos pasos, más inmediatez, todo mediado por una IA.

Desde la búsqueda hasta la compra, sin cambiar de ventana

Cuando un usuario pide sugerencias —por ejemplo, «zapatillas por menos de 100 dólares»— ChatGPT muestra resultados relevantes. Si el producto está habilitado para Instant Checkout, aparece el botón «Comprar». Al pulsarlo, el usuario confirma dirección y método de pago desde la misma interfaz del chat. La operación se gestiona mediante tokens cifrados, creados específicamente para ese monto y ese comerciante. La venta la realiza el vendedor habitual, ChatGPT facilita la acción, pero no reemplaza al comercio.

Un estándar técnico que quiere ser universal

Detrás del sistema está el Agentic Commerce Protocol, un marco técnico abierto que permite a agentes de IA comunicarse con tiendas, plataformas de pago y sistemas de inventario. El protocolo está diseñado para ser compatible con soluciones como Stripe o Shopify, sin que los comerciantes deban modificar radicalmente su infraestructura. Según OpenAI, esto permitirá escalar el modelo sin fricciones técnicas significativas y con un bajo umbral de adopción para nuevos vendedores.

Qué datos se utilizan y cómo se resguardan

El sistema necesita datos básicos, dirección de envío, detalles de pago, nombre del producto. OpenAI asegura que solo se comparte la información estrictamente necesaria y que cada paso debe ser autorizado explícitamente por el usuario. Los pagos se efectúan a través de tokens cifrados. El comerciante sigue siendo quien emite la factura, gestiona el envío y responde ante el cliente. ChatGPT no almacena información de pago. Por ahora, la función está disponible para usuarios de Estados Unidos (ChatGPT Free, Plus y Enterprise), con productos seleccionados de Etsy. Se prevé su expansión a otras plataformas y regiones.

Riesgos técnicos y comerciales

Aunque OpenAI afirma que no se priorizan productos habilitados para Instant Checkout en las respuestas, el sistema considerará disponibilidad y precio al sugerir opciones. Esto podría favorecer a quienes adopten primero el protocolo. También persisten las dudas sobre privacidad. A pesar del uso de tokens, el asistente accede a información sensible. La confianza del usuario será clave para que este modelo prospere. Además, la integración del protocolo requiere conocimientos técnicos mínimos. Comercios más pequeños podrían tener dificultades para seguir el ritmo si no se democratizan las herramientas.

Precedentes y diferencias

Otras plataformas ya habían intentado acortar el trayecto entre la inspiración y la compra: Instagram, Pinterest, TikTok. Pero esta propuesta cambia el medio. Aquí no se compra desde una imagen o video, sino desde una conversación gestionada por IA. Tampoco es la primera vez que se intenta convertir un asistente en agente comercial. Lo que cambia es la capacidad de ejecutar directamente. Además, el protocolo es de código abierto. En teoría, cualquier comercio puede sumarse sin depender exclusivamente de OpenAI.

Un experimento con vocación de sistema

OpenAI planea incluir funciones como carritos con múltiples productos y ampliar el catálogo disponible. El despliegue será progresivo, tanto en cobertura geográfica como en variedad de comercios. La tecnología ya permite esta forma de comprar. Lo que está por probarse es si los usuarios aceptarán delegar tanto. Comprar sin salir del chat.

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