Cognition, la startup que sorprendió al mundo con su agente de codificación Devin, ha comprado Windsurf, una plataforma de desarrollo asistido por inteligencia artificial. El anuncio llega después de que Google contratara a los fundadores de Windsurf y OpenAI dejara escapar su propia oferta. Un fin de semana de llamadas, acuerdos y cifras milmillonarias que revela cómo se disputa en silencio el control del software del futuro.
Cognition has signed a definitive agreement to acquire Windsurf.
The acquisition includes Windsurf’s IP, product, trademark and brand, and strong business. Above all, it includes Windsurf’s world-class people, whom we’re privileged to welcome to our team.
We are also honoring… pic.twitter.com/N2HX0Mzz65
— Cognition (@cognition_labs) July 14, 2025
Lo que pasó en 72 horas
Todo se aceleró entre el viernes y el lunes. Google contrató al CEO Varun Mohan y al equipo de investigación de Windsurf en un movimiento valorado en 2.400 millones de dólares. Antes de eso, OpenAI había ofrecido 3.000 millones por la empresa, pero dejó expirar su propuesta.
Apenas unas horas después, Cognition se hizo con el resto: la marca, el producto, los clientes y el equipo que no se fue con Google. El precio no se ha hecho público, pero Windsurf facturaba 82 millones de dólares anuales y contaba con 350 empresas como clientes.
Qué va a hacer Cognition con Windsurf
Cognition quiere unir dos mundos: su agente Devin, que actúa como un programador autónomo, y el entorno de desarrollo visual e interactivo que ofrece Windsurf.
A corto plazo, cada equipo seguirá trabajando por separado. A medio plazo, se integrarán para que el usuario pueda pedir tareas a Devin y ver cómo se ejecutan dentro del entorno de Windsurf.
Qué se transfiere y quién se queda fuera
La operación incluye el código de Windsurf, sus clientes, la plataforma, y todo el equipo que no fue contratado por Google. Además, Cognition ha prometido que todos esos empleados participarán financieramente en el acuerdo, algo que no ocurrió con quienes se fueron a Google.
Durante el proceso, muchos usuarios expresaron su enfado al descubrir que parte del personal que entró en Windsurf el último año no recibió compensación alguna tras la salida de los fundadores.
Por qué esta adquisición importa
Windsurf había crecido rápido. En abril, sus ingresos anuales alcanzaron los 100 millones. Pero en junio sufrió un revés: Anthropic, uno de los mayores proveedores de modelos de IA para programación, le cortó el acceso a sus herramientas Claude por rumores de una venta a OpenAI, rival directo.
Eso hizo que varios clientes se marcharan. Con la adquisición, Cognition garantiza que Windsurf volverá a tener acceso a Claude y recuperará funcionalidad clave para muchos usuarios.
Qué está en juego en este mercado
La competencia es feroz. Cursor, otro entorno de desarrollo con IA, ya factura más de 500 millones al año. Cognition, con la compra de Windsurf, podrá ofrecer lo mismo que sus rivales y algo más: un agente que no solo ayuda a programar, sino que promete hacerlo por sí solo.
Según el CEO de Cursor, el 20 % del trabajo de programación será automatizado por agentes de IA antes de 2026. Cognition se posiciona para liderar ese cambio, y ya ha sumado a Goldman Sachs como cliente.
Qué queda por decidir
Con Windsurf, Cognition combina el entorno visual con la inteligencia autónoma. Una unión ambiciosa en un momento en que nadie sabe aún si el futuro de la programación será más manual o más automático. El reto ahora es convertir esa promesa en una herramienta estable, segura y útil para los equipos de desarrollo reales. Y hacerlo antes que los gigantes que también van tras lo mismo.
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