ChatGPT deja de ser una experiencia individual. OpenAI ha incorporado una nueva funcionalidad que permite conversar en grupo con la IA como tercer interlocutor. La herramienta se llama «Group chats» y está disponible tanto en la versión web como en la app. Con ella, ChatGPT se convierte en un espacio compartido donde varias personas pueden interactuar con la IA de forma simultánea. ¿Colaboración, mediación o simple experimentación? Todo depende de cómo se use.
Crear un grupo: fácil, pero con llave compartida
Para iniciar un grupo, basta con pulsar el icono de personas en la interfaz de ChatGPT y generar un nuevo chat grupal. Se puede invitar hasta a 20 personas mediante un enlace, y cada una configura un perfil mínimo con nombre y foto. El grupo aparece luego en una sección dedicada, separada de los chats individuales. Cualquiera con el enlace puede unirse, lo que obliga a cierta vigilancia sobre quién entra.
Para qué sirve: de planificar viajes a redactar juntos
Los usos posibles son variados y todavía exploratorios. Algunos ejemplos para usarlos son:
- Organizar un viaje, un evento o una cena con ayuda de la IA.
- Compartir y comentar documentos para un trabajo o estudio en grupo.
- Crear ideas colectivas con apoyo de ChatGPT para redactar, resumir o traducir.
- Resolver dudas en grupo, con la IA como asistente compartido. La herramienta permite que ChatGPT participe activamente en la conversación, respondiendo preguntas, haciendo sugerencias o generando contenido. La iniciativa, sin embargo, siempre la tienen los humanos.
Qué sabe ChatGPT en un grupo y qué no
En los chats grupales, la IA no usa la memoria personal de cada usuario. Tampoco genera nueva memoria a partir de estas conversaciones. Solo accede a lo que se dice y comparte dentro del grupo cómo los mensajes, archivos, nombres y fotos de los participantes. Es decir, la IA actúa con información local al grupo, sin mezclar datos de otras conversaciones individuales.
Protección adicional cuando hay menores
Una de las particularidades de los chats grupales es que, si alguno de los participantes es menor de 18 años, se activan filtros más estrictos de contenido para todo el grupo. Esta medida busca garantizar una experiencia segura para los más jóvenes, aunque puede limitar ciertas respuestas o contenidos para el resto de usuarios. Y no hay distinción interna, cuando hay menores, las restricciones se aplican de forma general.
Una tendencia que va más allá de ChatGPT
El movimiento no es aislado. Plataformas como Slack, Notion o Zoom también están integrando IA en entornos colaborativos. La diferencia es que aquí, la conversación no gira en torno a documentos o tareas, sino a la interacción pura, una charla donde la IA participa como un interlocutor más, convirtiendo a ChatGPT en un espacio social.
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