Ronnie Chatterji, economista jefe de OpenAI, no quiere que sus hijos compitan con los algoritmos. En el último episodio del pódcast de la compañía, compartió las cuatro habilidades que considera esenciales para convivir con la inteligencia artificial. No son técnicas ni futuristas, sino profundamente humanas.
Pensar antes que responder
La primera habilidad es el pensamiento crítico. Chatterji insiste en que usar la IA no basta, sino que hay que saber cuándo, cómo y por qué usarla. Identificar problemas, formular buenas preguntas y cuestionar respuestas automáticas será más importante que tener la respuesta más rápida.
Saber cambiar de marcha
La segunda es la adaptabilidad. Vivimos en un mundo en constante transformación —tecnológica, climática, social— y enseñar a los niños a adaptarse, a reconstruirse si hace falta, será tan valioso como cualquier habilidad técnica. Chatterji lo llama “neuroplasticidad” y Altman, CEO de OpenAI, lo resume así: no se trata de superar a la IA, sino de evolucionar con ella.
La empatía como ventaja competitiva
La tercera es la inteligencia emocional. Gestionar las propias emociones, leer las ajenas, construir relaciones. Todo eso, dice Chatterji, será clave en un mercado laboral donde las máquinas podrán hacer muchas cosas, pero no todas. La empatía, al final, no se automatiza.
Volver a lo básico, pero con sentido
La cuarta habilidad sorprende por su sencillez y es aprender a multiplicar sin calculadora, escribir a mano, dominar lo básico. No por nostalgia, sino porque estos gestos ayudan a estructurar el pensamiento. No todo lo que puede delegarse debe dejarse en manos de una máquina.
Del aula al trabajo: el mapa se expande
El episodio va más allá de la infancia. Chatterji y Brad Lightcap, director de operaciones de OpenAI, exploran cómo la IA ya está transformando sectores como las pymes, la ciencia y la agricultura. Equipos pequeños ganan agilidad con herramientas que antes solo tenían las grandes corporaciones. También ven potencial en mercados emergentes, donde la IA puede ser motor de productividad sin infraestructura pesada.
Aprender con IA, no pese a ella
OpenAI trabaja con la red Cal State en Estados Unidos para probar cómo integrar la IA en las aulas. Quieren superar la fase del “prohibido usar ChatGPT” y construir una pedagogía que combine criterio humano y asistencia automatizada. No se trata de eliminar a los docentes, sino de cambiar cómo y qué se enseña.
Una educación que conecte
Expertos como Charles Fadel (Harvard) y Karina Nguyen (OpenAI) refuerzan esa idea. Coinciden en que el futuro no premiará solo el conocimiento técnico, sino la capacidad de conectar ideas, liderar equipos, tomar decisiones con criterio. Habilidades que no se aprenden memorizando, sino practicando.
Una escena posible
Imaginemos a una niña frente a su cuaderno. La IA le propone una solución, pero ella la cuestiona. Escribe sus ideas a mano, identifica lo que le inquieta y adapta su enfoque. Así se entrena. No para vencer a la IA, sino para vivir con ella sin perder el norte.
Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.