Google DeepMind ha presentado Nano Banana Pro, su nuevo versión del modelo de generación y edición de imágenes. Esta iteración lleva la imagen generada por IA a una escala más precisa, funcional y anclada en el mundo real. El anuncio importa por lo que promete y por lo que implica, que una imagen artificial puede ser, también, un documento.
Imágenes generadas, editadas y ancladas a datos reales
Nano Banana Pro se basa en Gemini 3 Pro Image, el modelo visual más avanzado de DeepMind. Puede crear imágenes a partir de texto, pero también editar partes concretas de una foto, mezclar hasta 14 imágenes de entrada y mantener coherencia con cinco personas reconocibles en una sola composición. Todo eso ya era impresionante. Lo nuevo es el anclaje informativo. El modelo se apoya en el buscador de Google para generar imágenes basadas en datos del mundo real. Una infografía con las temperaturas de hoy. Un retrato con la camiseta que sí llevó el jugador en el partido de ayer.
Entre la ilustración y el diseño editorial
La versión Pro se distingue por la calidad y el control. Genera imágenes de hasta 4K, con textos legibles en varios idiomas y tipografías. Ofrece ajustes detallados cómo luz, ángulo, profundidad de campo, clima, hora del día. Puede transformar una escena en otra con sólo una frase. El resultado está pensado tanto para creadores como para desarrolladores, desde presentaciones y materiales de marketing hasta apps que integren generación visual por IA.
Qué hay dentro de cada imagen
El sistema trabaja con tres capas de información: la descripción del usuario (el prompt), las imágenes de entrada y los datos extraídos en tiempo real del buscador. A eso se suma una cuarta capa invisible dónde cada imagen incluye SynthID, una marca digital creada por Google que permite identificar su origen artificial. En algunos casos también se añade una etiqueta visible que lo indica. La idea es fomentar una trazabilidad mínima en un entorno saturado de imágenes generadas por IA.
Las tensiones que no desaparecen
Como toda herramienta nueva, Nano Banana Pro llega con promesas y con tensiones. La trazabilidad depende de que los usuarios no la borren. La integración de datos en tiempo real plantea preguntas sobre fiabilidad y sesgos. Y aunque parte de sus funciones está disponible gratuitamente en la app Gemini, su uso profesional queda atado a la versión de pago o API empresarial. El modelo aspira a democratizar el diseño visual, pero no todos podrán acceder al mismo nivel de control o resolución.
De la banana viral al uso profesional
La versión anterior, Nano Banana, se volvió viral con sus figuritas y estética 3D. Pero Pro apunta a otro terreno, a presentaciones, diseño editorial o materiales de comunicación. En pruebas realizadas por medios como Wired o VentureBeat, supera a otros modelos al generar imágenes con texto integrado y coherencia visual. Su punto fuerte no es la creatividad desbordante, sino la precisión funcional. Es una herramienta para producir materiales visuales desde una idea clara, no tanto para explorar estéticas alocadas.
Una imagen que se comporta como un documento
Con Nano Banana Pro, Google se acerca a un tipo de imagen que no solo ilustra, sino que informa. Una imagen que no se limita a imaginar mundos posibles, sino que responde al mundo real.
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