OpenAI está dando un paso ambicioso hacia una nueva generación de IA con el desarrollo de GPT‑5, una versión que promete fusionar lo mejor de sus dos líneas actuales de modelos: la serie GPT (multimodal) y la serie O (razonamiento avanzado). Romain Huet, jefe de experiencia para desarrolladores de OpenAI, afirma que GPT‑5 “unirá el avance de razonamiento de la serie O y los progresos en multimedialidad de la serie GPT”.
Aunque OpenAI no ha confirmado una fecha exacta, múltiples fuentes —incluidos ejecutivos de la empresa y analistas— sitúan el lanzamiento para el verano de 2025, posiblemente entre julio y agosto. La compañía también baraja retrasos que podrían posponer su salida hacia finales de año.
El núcleo del reto técnico radica en desarrollar un modelo “omni-razonador” capaz de alternar dinámicamente entre respuestas rápidas y razonamientos complejos, sin que el usuario necesite cambiar entre modelos. Asimismo, se espera una mejora drástica en la personalización, de modo que GPT‑5 pueda adaptar su estilo de manera más natural al usuario.
Otro avance significativo será la ampliación del contexto. Según se especula, GPT‑5 podría procesar miles o incluso cientos de miles de tokens, permitiendo trabajar con grandes volúmenes de texto, código o archivos en una misma sesión. También se anticipan mejoras en generación de imágenes y posiblemente vídeo, posicionándolo frente a modelos rivales como Gemini Veo 3.
GPT‑5 no solo busca mejorar lo técnico, sino también transformar la interacción humano-máquina. La introducción de un ‘lienzo de trabajo’ interactivo —capaz de mostrar gráficos, tablas, fragmentos de código y contenido visual en tiempo real— apunta a una interfaz más fluida, intuitiva y contextualizada. Además, con una memoria persistente, el sistema podrá recordar preferencias del usuario y adaptar su comportamiento de forma progresiva, lo que redefine la idea de personalización en modelos conversacionales.
A nivel de impacto, GPT‑5 podría marcar una transición decisiva hacia aplicaciones verdaderamente integradas: desde asistentes personales que gestionen tareas complejas hasta entornos educativos personalizados o herramientas creativas automatizadas. Este enfoque integrador podría remodelar el panorama de la competencia, con implicaciones tanto en lo técnico como en lo ético, al plantear nuevos desafíos sobre control, transparencia y responsabilidad en sistemas cada vez más autónomos.
En resumen, GPT‑5 apunta a convertirse en un único modelo unificador, con capacidades de razonamiento profundo, soporte multimodal (texto, voz, imagen, vídeo), enorme ventana de contexto, personalización avanzada, e interfaz interactiva y persistente. Todo esto representa un paso significativo hacia una IA verdaderamente generalista.
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