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La pugna tecnológica entre Estados Unidos y China ha dado un nuevo giro con la entrada en vigor del nuevo paquete de restricciones estadounidenses sobre la exportación de chips avanzados.

Esta vez, la prohibición afecta directamente a la GPU H20 de NVIDIA; este suceso ha provocado que los gigantes tecnológicos chinos, como Tencent, Alibaba o ByteDance, empiecen a buscar alternativas de forma urgente. Huawei, lejos de mantenerse al margen, se ha posicionado como la principal alternativa a este problema. La empresa china ha identificado este vacío como una oportunidad única para expandir su influencia en el mercado de la inteligencia artificial.

La reacción de Huawei ha sido casi inmediata: pocas horas después de conocerse la restricción por parte de Estados Unidos, la empresa china ha presentado su nueva línea de chips Ascend, con el Ascend 920 como punta de lanza. Sin embargo, lo más destacable de este movimiento no es la rapidez con la que Huawei ha respondido ante la demanda de chips, sino que destaca todavía más la ambición estratégica que ha mostrado la empresa china. Con esta nueva línea de chips, Huawei espera posicionarse como el proveedor nacional y fiable de hardware para IA en un entorno cada vez más adverso para los fabricantes extranjeros.

Huawei cambia su estrategia y busca más presencia en el mercado de la IA

Hasta ahora, Huawei había enfocado sus esfuerzos principalmente en el ámbito de la inferencia, la fase en la que los modelos de IA aplican lo aprendido para realizar tareas, una decisión lógica desde el punto de vista comercial. Como explica Georgios Zacharopoulos, investigador sénior del laboratorio de IA de Huawei en Zúrich, «el entrenamiento es importante, pero ocurre pocas veces». Este foco de Huawei en la inferencia les permitía conseguir más clientes y un mayor beneficio.

Pero eso está cambiando; Huawei ya no solo está interesado en el ámbito de la inferencia, sino que va a por más. La aparición del Ascend 910D, aun en fase de pruebas, indica que Huawei no solo quiere llenar los huecos que deja NVIDIA, sino competirle directamente en la cima del rendimiento, también en la fase de entrenamiento de modelos, donde hasta ahora dominaba el chip H100 del fabricante estadounidense.

Este reposicionamiento no se entiende sin el impulso del gobierno chino y sin un mercado doméstico que, ante las restricciones exteriores, está cerrando filas en torno a sus propias empresas. Huawei se beneficia así de un entorno político y comercial favorable. Mientras NVIDIA calcula un impacto negativo de 5.500 millones de dólares por las sanciones, Huawei recoge las fichas caídas del tablero y busca aumentar su presencia en el mercado de la IA.

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Gerard Quintana

Periodista. Me encanta el periodismo y la tecnología.

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