Skip to main content

La Comisión Europea ha publicado el AI Act Service Desk, la plataforma oficial que acompañará la el AI Act. Un espacio de consulta, asesoramiento y orientación que busca traducir la letra densa del AI Act en respuestas comprensibles para empresas, desarrolladores y administraciones. Más que un trámite digital, el portal nace como una brújula en un territorio normativo aún por explorar.

Una ventanilla única para el laberinto regulatorio

El AI Act Service Desk forma parte del plan de acción continental para la inteligencia artificial y operará bajo la supervisión del AI Office, el organismo europeo que coordina la aplicación del reglamento.

Su funcionamiento se apoya en tres pilares:

  • Una plataforma de información interactiva, con guías, recursos y un “compliance checker” que permite identificar si una organización está sujeta a las obligaciones del AI Act.
  • Un servicio de atención personalizada, que admite consultas en todos los idiomas de la UE y promete respuestas adaptadas a cada caso.
  • Un repositorio central de recursos, con actualizaciones, criterios técnicos y documentos de referencia.

La Comisión ya anunció que el sistema estaría plenamente operativo durante el verano de 2025, coincidiendo con el arranque de las primeras obligaciones para los modelos de IA de propósito general. Su vigencia se extenderá, al menos, hasta 2027. Y finalmente ha llegado este octubre de 2025.

Qué busca resolver y para quién está pensado

El AI Act es el primer marco legal integral sobre inteligencia artificial del mundo. Su complejidad ha generado dudas en todos los frentes: desde startups que temen incumplir sin saberlo hasta multinacionales que deben clasificar sus modelos según niveles de riesgo. El nuevo portal pretende reducir esa incertidumbre. Ofrecerá soporte gratuito y accesible, especialmente a pymes y entidades sin experiencia regulatoria, y ayudará a unificar criterios entre Estados miembros. El objetivo no es ofrecer asesoramiento legal, sino dar orientación práctica sobre cómo interpretar las categorías de riesgo, los requisitos técnicos y los plazos de cumplimiento.

Tensiones previsibles en un servicio pionero

El lanzamiento del Service Desk llega en un momento sensible. Las empresas reclaman claridad y tiempo, mientras la Comisión insiste en mantener el calendario. Varios sectores han advertido de posibles “cuellos de botella” si el soporte institucional no logra seguir el ritmo de la demanda.

Además, no todos los instrumentos complementarios están listos. El Código de Prácticas para modelos de propósito general, clave para entender cómo se regularán sistemas como ChatGPT o Gemini, no se publicará antes de finales de 2025. Hasta entonces, parte de las consultas deberán moverse en terreno interpretativo. El desafío, según fuentes europeas, será mantener la coherencia entre lo que responda el portal y lo que decidan las autoridades nacionales de supervisión.

Ecos locales y modelos previos

Algunos países ya han abierto camino. Alemania inauguró en julio su propio AI Service Desk, gestionado por la Bundesnetzagentur, con un enfoque práctico y herramientas de autodiagnóstico. Austria ha hecho lo mismo, con una oficina de contacto público bajo la RTR. Estos proyectos funcionan como laboratorios previos del modelo europeo, prueban flujos de atención, volumen de consultas y capacidad de traducción técnica.

Una brújula recién encendida

El AI Act Service Desk simboliza el paso de la regulación escrita a la regulación aplicada. Será la interfaz entre la ley y la práctica, entre Bruselas y quienes diseñan o usan sistemas inteligentes en Europa.

Su éxito dependerá de algo más que tecnología o burocracia, de su capacidad para escuchar, responder y adaptarse al ritmo real de la innovación. En un continente que apuesta por la “IA de confianza”, esta plataforma será el punto de partida para medir si la confianza puede también tramitarse en línea.

Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.

Dejar un comentario