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Meta Platforms ha anunciado la compra de Manus, una joven empresa de inteligencia artificial con sede en Singapur, en un movimiento estratégico que subraya la creciente carrera por integrar agentes de IA autónomos en productos de consumo y negocio. La operación, valorada en más de 2.000 millones de dólares, se ubica entre las transacciones más significativas de Meta en el terreno de la IA este año.

En los últimos meses, Manus había generado gran expectación en el ecosistema tecnológico tras presentar un agente de IA capaz de asumir múltiples tareas complejas sin supervisión humana continua, como planificar viajes, analizar portafolios de acciones o automatizar procesos de oficina. La adquisición se produce en un contexto en el que Meta busca acelerar su posición frente a rivales como OpenAI, Google y Microsoft en el ámbito de la inteligencia artificial agéntica.

Manus y la promesa de un asistente “más allá del chatbot”

Manus fue fundada por emprendedores de origen chino y rápidamente captó atención por su demostración viral en 2025, en la que su agente de IA realizaba tareas interconectadas a partir de instrucciones simples. La capacidad de ejecutar flujos de trabajo completos —y no solo mantener conversaciones— fue el eje de su propuesta.

Este tipo de sistema se conoce como agente de IA autónomo, una inteligencia que puede planificar, tomar decisiones y llevar a cabo acciones sin intervención humana constante. En un año marcado por el auge de estos agentes, Manus se convirtió en una referencia por su enfoque generalista capaz de atender desde análisis de datos hasta rutinas creativas.

Qué promete la integración en Meta

Meta no solo compró la tecnología; planea integrar estos agentes en sus principales productos digitales, como Facebook, Instagram, WhatsApp y el propio Meta AI. Esto permitiría que las aplicaciones y servicios de Meta ofrezcan asistentes automatizados que vayan más allá de respuestas simples, ayudando incluso con tareas de productividad o soporte técnico dentro de los productos en red.

Al mismo tiempo, la compañía ha declarado que Manus mantendrá cierta independencia operativa, y que parte de sus servicios seguirán disponibles como producto independiente de suscripción para empresas y usuarios finales.

Datos y gestión de Manus

Antes de la adquisición, Manus ya operaba con un modelo de ingresos basado en suscripciones y había alcanzado cifras de más de 100 millones de dólares en ingresos anuales recurrentes en muy poco tiempo. Además, su agente habría procesado trillones de tokens y creado millones de ordenadores virtuales autonomizados para completar tareas.

El traslado de la sede original desde China a Singapur fue parte de su estrategia para posicionarse globalmente y responder a tensiones geopolíticas. Meta ha asegurado que, tras la compra, se eliminarán totalmente los vínculos operativos en China y cualquier participación china en la empresa, buscando minimizar riesgos regulatorios y de seguridad.

Tensiones, competencia y contexto tecnológico

La compra de Manus se da en un momento en que las grandes tecnológicas redoblan esfuerzos para dominar no solo modelos de lenguaje, sino sistemas que puedan ejecutar acciones complejas en nombre del usuario. La industria ha pasado de chatbots conversacionales a agentes capaces de actuar como “empleados digitales”.

Meta ha estado invirtiendo en IA de formas diversas a lo largo de 2025, desde adquisiciones como Limitless hasta grandes acuerdos de capital con firmas especializadas en infraestructura de inteligencia artificial. Estas decisiones buscan posicionar a la empresa en un mercado que combina procesamiento masivo de datos, capacidad autónoma y seguridad en la gestión de información de usuarios.

Hacia dónde va la IA agéntica

Con Manus ahora en su cartera tecnológica, Meta aspira a acelerar su presencia en la nueva frontera de IA donde no basta con responder o generar texto. Se trata de sistemas que comprenden intenciones complejas y las convierten en acciones ejecutables sin supervisión constante. La adquisición también pone de manifiesto la pugna entre gigantes tecnológicos por incorporarse con fuerza a esta etapa del desarrollo de la inteligencia artificial.

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