Ya no se trata solo de buscar. Ni de tener múltiples pestañas abiertas para comparar vuelos, precios o reseñas. Con el nuevo Copilot Mode, Microsoft quiere que el navegador piense por ti. Que lea lo que tienes abierto, entienda qué estás haciendo y proponga lo siguiente. Una experiencia que abandona el clic y apuesta por el contexto.
El modo Copilot transforma Edge en una interfaz que responde, anticipa y actúa. Sin menús, sin pestañas visibles. Solo un cuadro de texto y un asistente con IA que empieza a conocer tus hábitos. Según Microsoft, la idea es «ofrecer una experiencia que conecte los puntos entre tareas, sitios y necesidades del usuario en tiempo real».
Una pestaña para gobernarlas a todas
El funcionamiento es simple, pero el cambio es profundo. Al activar Copilot, Edge abre una pestaña central desde la cual se puede chatear con el navegador, pedirle que resuma lo que se está leyendo, que traduzca una tabla o que compare productos en otras pestañas abiertas.
Si el usuario lo permite, el asistente accede a las pestañas activas para entender el contexto. Por ejemplo, si se están buscando hoteles en distintas webs, basta con pedirle que compare precios, sin cambiar de pestaña ni copiar enlaces. El navegador, literalmente, entiende qué estás haciendo.
Microsoft aclara que Copilot no reemplaza la navegación convencional, convive con ella. Es decir, el usuario puede usar Edge como siempre, o activar el asistente cuando lo necesite.
Qué puede hacer ahora (y lo que promete hacer pronto)
Por ahora, Copilot puede resumir textos, responder preguntas, buscar información relacionada o hacer pequeñas conversiones. También responde a comandos de voz: «abre mi calendario», «muéstrame restaurantes cerca», «traduce este correo».
Microsoft ya anticipa pasos mayores como gestión de reservas, compras automatizadas o interacción directa con otras plataformas. Todo, desde el navegador, con ayuda de sus modelos Prometheus y herramientas como Copilot Vision o Voice.
También se ha integrado con otras funciones de Windows 11 y Microsoft 365, lo que permite extender acciones como programar una reunión directamente desde una búsqueda, o insertar resultados en un documento sin copiar y pegar.
¿Y mis datos? La promesa del control
Solo se activa solo si el usuario lo desea. Y al activarlo, el asistente avisa con señales visuales claras. Puede acceder al historial, a las pestañas abiertas e incluso a credenciales guardadas, pero siempre bajo autorización explícita.
Según Microsoft, los datos usados por Copilot no se almacenan ni se usan para entrenar modelos. Toda la actividad ocurre en tiempo real y se borra al cerrar sesión. Además, cada acción del asistente puede revisarse y desactivarse manualmente.
En esta etapa inicial, el uso es gratuito para quienes ya tienen Copilot en Windows o macOS. Microsoft no ha detallado aún cuándo llegará la versión comercial o si se integrará de forma predeterminada en futuras versiones del sistema.
Lo que hacen los otros
Edge no es el único en esta carrera. Google lanzó hace semanas su propio modo de navegación con IA. OpenAI desarrolla un navegador con memoria y Perplexity ya ofrece uno que responde preguntas en tiempo real. Pero ninguno tiene la integración que Microsoft ofrece con sus productos de escritorio y su infraestructura Copilot. La diferencia está en el ecosistema. No es solo el navegador el que se vuelve inteligente, es todo el entorno.
Y la competencia no se queda atrás. Perplexity presentó Comet, un navegador aún en pruebas que permite realizar tareas como reservar mesa, comprar productos o programar citas desde comandos simples. Cada acción queda registrada y requiere confirmación del usuario. Su CEO asegura que herramientas como esta podrían reemplazar funciones administrativas en oficinas.
También está en desarrollo Dia, del equipo de Arc: un navegador construido desde cero para ejecutar acciones complejas —copiar listas, enviar correos, completar formularios— desde una barra de direcciones que interpreta lenguaje natural.
Por su parte, Opera presentó en el Mobile World Congress su agente nativo Browser Operator, pensado para automatizar tareas desde el dispositivo sin depender de la nube. Una apuesta que combina autonomía con privacidad.
La tendencia se impone: el navegador ya no solo muestra. Ahora interpreta, actúa y —si lo dejamos— decide.
Navegar o ser guiado
Durante años, el navegador fue una ventana abierta. Hoy empieza a cerrarse sobre sí mismo, para transformarse en copiloto. En lugar de múltiples pestañas, una sola interfaz que escucha y responde. Y, si el usuario lo permite, que actúa.
Tal vez mañana no recordemos cuándo dejamos de buscar por nuestra cuenta.
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