Una ceja levantada, una sonrisa discreta, un gesto de duda. Microsoft ha presentado a Mico, un avatar animado que acompañará a su asistente de inteligencia artificial, Copilot. La idea no es nueva, pero el momento sí lo es. Mico no es Clippy, el asistente virtual de Microsoft Office en los años 90 aunque lo recuerda. Su estilo intrusivo y su limitada utilidad lo convirtieron en objeto de burla, pero también en un icono de la interfaz gráfica de su época. Mico, llega en plena fase de consolidación de los asistentes conversacionales y lo hace con ambiciones mayores, dar a la IA una presencia visible, emocional y recordable.
Un personaje animado que escucha, reacciona y pregunta
Mico aparece cuando el usuario activa el modo de voz de Copilot. Tiene forma de pequeño personaje flotante que expresa emociones básicas mientras interactúa. Detecta el tono de voz, reconoce sentimientos y adapta su expresión facial en consecuencia. La animación no es decorativa, busca generar una sensación de diálogo vivo, con alguien que está presente y responde.
Este nuevo modo también incluye funciones como «Learn Live», donde el asistente adopta un rol pedagógico, no da respuestas directas, sino que plantea preguntas, usa pizarras visuales y acompaña procesos de aprendizaje. El objetivo, según Microsoft, es pasar de la consulta puntual al acompañamiento continuo.
Del asistente al compañero digital
La propuesta va más allá de un rediseño visual. Mico forma parte de la actualización de otoño de Copilot, que introduce una memoria a largo plazo. El asistente podrá recordar datos sobre el usuario, desde eventos relevantes hasta cómo prefiere trabajar o qué temas ha consultado en el pasado. Esta memoria no es opaca, se puede revisar, editar o borrar, según Microsoft.
La presencia de Mico busca humanizar este proceso. Si Copilot va a recordar cosas sobre ti, mejor que tenga un rostro amable. De ahí que Microsoft insista en que Copilot tendrá «identidad, presencia y hasta un lugar donde vive». El gesto no es inocente, es un intento de convertir una herramienta en un compañero.
Lo que Copilot sabe (y recuerda)
Para activar las nuevas funciones, el usuario puede conectar Copilot con servicios como Outlook, Gmail, OneDrive o Google Calendar. Esto permite al asistente buscar información, predecir necesidades o sugerir acciones. A cambio, Copilot accede a datos personales, laborales y de contexto. Microsoft asegura que todo esto ocurre con consentimiento explícito. El usuario puede ver qué sabe Copilot, qué ha aprendido y decidir qué conservar o eliminar. La memoria se construye a partir de interacciones, y se actualiza con el tiempo. No todo queda guardado, pero lo esencial para una experiencia «personalizada» sí.
Entre la ayuda y el apego
La reaparición de un avatar en pantalla despierta preguntas. Clippy, el antecesor espiritual de Mico, fracasó por ser intrusivo y poco útil. Hoy, con una IA mucho más sofisticada, la experiencia promete ser distinta. Pero el dilema persiste: ¿cuánta humanidad queremos ver en nuestras herramientas? Algunos expertos advierten sobre el riesgo de proyectar emociones en sistemas que no las tienen. La expresividad de Mico podría reforzar la ilusión de que «entiende», cuando en realidad responde a patrones. También hay reservas sobre la memoria, una función últil, pero que puede inquietar si no se gestiona con transparencia y control real por parte del usuario.
Clippy como sombra, el presente como laboratorio
A diferencia de Clippy, Mico no se asoma sin permiso. Tampoco vive dentro de una aplicación concreta. Es parte de un ecosistema más amplio que incluye voz, visión, integración con servicios y funciones grupales. No es una ayuda puntual, sino un nodo constante en la relación entre persona y máquina.
La apuesta de Microsoft va en línea con otras iniciativas del sector: asistentes con voz, rostro y memoria. Pero también plantea una cuestión de fondo. En el momento en que la IA adquiere presencia, deja de ser invisible. Y eso cambia la forma en que interactuamos con ella, para bien o para mal.
Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.