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Meta ha fichado talento de medio mundo. Pero no todos dicen que sí

Mark Zuckerberg ha desplegado una estrategia sin precedentes para reclutar a los mejores investigadores en inteligencia artificial. Las cifras superan los mil millones de dólares. Sin embargo, algunas voces se mantienen firmes. Ni todos los equipos se venden, ni todos los talentos se dejan comprar.

El laboratorio que lo cambió todo

Meta Superintelligence Labs (MSL) es el nuevo brazo de la empresa de Zuckerberg dedicado a construir IA de nivel superinteligente. Desde su fundación, se ha convertido en epicentro de una ofensiva de fichajes que ha redibujado el mapa del sector. Ya ha sumado nombres clave de OpenAI, DeepMind y Google, como detallamos en Paréntesis en julio. Pero en las últimas semanas, la atención ha virado hacia quienes se resisten.

Un intento de compra que no salió

Uno de los casos más comentados es el de Thinking Machines Lab, fundado por la ex‑CTO de OpenAI, Mira Murati. Según fuentes de Wired, Meta ofreció más de mil millones de dólares por uno de sus investigadores. Ninguno aceptó. Otros recibieron paquetes de entre 200 y 500 millones. También los rechazaron. En total, un equipo de unas 50 personas dijo que no a lo que muchos considerarían la oferta de su vida.

¿Qué pesa más que el dinero?

En una industria dominada por los números, estos rechazos revelan otra dimensión: la autonomía, la misión, la cultura interna. Thinking Machines está valorada en más de 12 mil millones tras su última ronda, lo que les da margen para resistir. Pero no se trata solo de capital. Se trata de una visión compartida. De saber qué se quiere construir, y con quién.

Las tensiones que suben el tono

No es el único caso. Desde Anthropic, el CEO Dario Amodei envió un mensaje interno a sus empleados advirtiendo del “efecto corrosivo” de las bonificaciones astronómicas. En su opinión, podrían romper la cultura técnica del sector. Las cifras no son secretas, un fundador de Abel AI reveló que Meta ofreció 1.250 millones a uno de sus ingenieros. También fue rechazado.

Meta sí ha ganado algunas partidas

Como hemos informado en Paréntesis, Meta logró sumar a Shengjia Zhao (OpenAI), Alexandr Wang (Scale AI), a parte del equipo de Gemini (Google) y más. La ofensiva está dando resultados. Pero hay límites que no se cruzan. Las startups más jóvenes, con liderazgos fuertes y cohesión cultural, parecen ser más resistentes a la tentación.

Hay cosas que no se pueden comprar

En menos de seis meses, Meta ha reconfigurado parte del talento global en inteligencia artificial. Pero su táctica también ha encendido alarmas. ¿Puede una empresa construir la próxima generación de inteligencia comprando todo lo que se mueve? ¿O las convicciones seguirán marcando la diferencia? En esta guerra, las cifras son claras. Pero las lealtades, como casi siempre, se deciden en otra parte.

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