Según Reuters, la empresa creadora de ChatGPT ya ejecuta cargas de trabajo en Google Cloud, aunque el acuerdo no ha sido anunciado oficialmente
OpenAI ha comenzado a utilizar la infraestructura de Google Cloud para gestionar parte de sus procesos de inteligencia artificial más exigentes. Lo llamativo es que, hasta ahora, esta colaboración no ha sido confirmada por ninguna de las partes. La noticia fue revelada por Reuters, que cita a fuentes cercanas al acuerdo y afirma que este se cerró en mayo de 2025, aunque no se ha anunciado públicamente.
Según esas fuentes, OpenAI ya está ejecutando cargas de trabajo en los centros de datos de Google, utilizando especialmente sus chips especializados, conocidos como TPU. Esto ocurre pese a que Google y OpenAI compiten directamente en el desarrollo de modelos avanzados de IA, con Gemini y ChatGPT respectivamente.
El acuerdo, tal como lo describe Reuters, representa un giro en la estrategia de OpenAI. Aunque mantiene su alianza clave con Microsoft, que le proporciona recursos a través de Azure y ha invertido más de 13.000 millones de dólares en su desarrollo, la empresa dirigida por Sam Altman busca ampliar su acceso a infraestructura tecnológica. Para eso, ha empezado a trabajar también con otros proveedores, entre ellos Google Cloud, Oracle y CoreWeave.
El movimiento tiene implicaciones tanto técnicas como estratégicas. Por un lado, muestra que la demanda de cómputo en IA es tan alta que ni siquiera un solo proveedor como Microsoft puede cubrirla en su totalidad. Por otro, refleja una nueva fase en la carrera por la IA, donde los grandes rivales están dispuestos a colaborar si eso les garantiza seguir avanzando a ritmo acelerado.
Desde el punto de vista del mercado, la noticia tuvo impacto inmediato. Las acciones de Alphabet, matriz de Google, subieron un 2 % tras la publicación del informe, mientras que las de Microsoft bajaron ligeramente. Aunque no se conocen detalles financieros del acuerdo, el simple hecho de que OpenAI esté usando recursos de Google ya marca un cambio relevante.
Por ahora, ni OpenAI ni Google han comentado públicamente sobre este pacto. El silencio puede deberse tanto a razones estratégicas como a acuerdos de confidencialidad. Pero según Reuters, las operaciones ya están en marcha, y el trato, aunque no firmado públicamente, ya es una realidad en los servidores.
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