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El nuevo ‘modus operandi’ del contenido en la red está a punto de cambiar cómo hacemos periodismo… otra vez.

Volvemos al vinilo, a las cámaras analógicas o a las libretas en papel y bolígrafo. ¿Volvemos también a la pirámide invertida del periodismo? ¿Volvemos a tener un estilo propio a la hora de escribir? Quizás esto de redactar secuestrados por palabras clave está a punto de desaparecer, y no es por otra razón que el nuevo sistema de posicionamiento GEO –Generative Engine Optimization– con el que Google y otros ‘Goliats’ van a imponer a partir del 2026.

Te lo resumo: la IA no va a posicionar nada de contenido generado automáticamente. Sólo se va a alimentar –y mostrar en los resultados de búsqueda– aquellas informaciones que estén escritas por seres humanos. Qué estén contextualizadas y publicadas en medios fiables, además de que sean contenidos citables.

Si eres un blog “de-todo-un-poco” y tus visitas vienen porque te nutres de temas aleatorios, lo vas a tener difícil. Si usas ChatGPT para redactar noticias y aumentar tu producción para rascar cuatro pelas en Google Ads, también. Ya ni te digo si te inventas los nombres de los redactores o te inventas los titulares para conseguir un clic fácil e inducir el miedo. ¡Adiós, pseudomedios disfrazados, adiós! ¡Y qué contento estoy por ello!

Los periodistas nos tomamos el SEO demasiado lejos, aquí yo el primero. Comentándolo fuera del mundo de la redacción, muchas veces he oído el comentario de “y ha tenido que venir Google para decirte cómo tienes que escribir”. A lo que yo contesto –y doy la vuelta–: esto ya lo hizo con el SEO. Era lo que había pasado hasta ahora y hemos –los medios y las tech– roto el chicle.

Abro otro melón: ¿a quién no le suena la frase “la IA va a quitar el trabajo de los periodistas”? Siempre he estado tranquilo sabiendo que esto no iba a suceder. Si entrenamos a la IA con contenido creado a partir de la propia IA, entonces vamos a estar haciendo una fotocopia de una fotocopia. Os animo a que lo probéis por vosotras y vosotros mismos para que veáis qué sucede.

No es que ahora Google quiera dar cátedra. No es que ahora seamos un universo de arrepentidos. Los goliats tecnológicos han de recoger cable, porque el mundo que ya tenemos encima de la IA nos pide una cosa completamente distinta de la que estábamos haciendo. Y ya de paso, si quitamos de la ecuación esos criaderos de bulos y fake news, mejor, pues no van a aparecer en los resultados –o, por lo menos, esta es la premisa sobre el papel–.

Me resulta paradójicamente fascinante cómo la tecnología del futuro nos hace mirar al pasado para recuperar la esencia de escribir con nuestro estilo, en vez de aplanar nuestro tono para adaptarlo a buscadores. O, dicho de otra forma, nos toca recoger cable. Y volverlo a poner a los AirPods. Qué gusto escuchar música sin preocuparse de la batería cada dos por tres. Pero esto, ya es harina de otro costal.

Antoni Mateu Arrom

Soy periodista especializado en ciencia y tecnología. La IA y el cambio climático son dos de mis grandes especialidades. Aunque también la tecnología de consumo y sus aplicaciones en el día a día, también son mi debilidad. Creo en esta profesión como una manera de divulgar conocimiento.

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