Una reciente investigación del Hudson Institute of Medical Research, en colaboración con Monash Health y el Monash Biomedicine Discovery Institute, ha revelado un enfoque innovador para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), potencialmente superando las limitaciones de las terapias actuales. La novedad radica en el uso de Pirfenidona, un medicamento originalmente aprobado para la fibrosis pulmonar, que ahora se perfila como una alternativa eficaz y menos nociva frente a los esteroides convencionales.
La EPOC, que incluye formas como el enfisema y la bronquitis crónica, afecta a cerca de dos millones de personas en Australia, representando una elevada carga en términos de morbilidad y mortalidad en mayores de 40 años. El tratamiento clásico basa su eficacia en esteroides para reducir la inflamación, pero esta estrategia conlleva riesgos: promueve la replicación viral, incrementando la gravedad de las exacerbaciones, y acarrea efectos adversos severos —diabetes, hipertensión, osteoporosis, obesidad y alteraciones del sueño, entre otros—.
En modelos preclínicos que imitan la EPOC, el equipo liderado por Belinda Thomas demostró que Pirfenidona no solo suprime la inflamación pulmonar, sino que también reduce la replicación viral sin comprometer la respuesta inmune, a diferencia de los esteroides. Philip Bardin, profesor de Medicina Respiratoria, enfatiza que aunque los esteroides son potentes, “su precio es alto”; en cambio, Pirfenidona “mitiga la infección y ayuda con la inflamación”.
Este descubrimiento subraya el potencial de la reasignación terapéutica (drug repurposing): aprovechar fármacos ya aprobados para nuevas indicaciones. Gracias a su perfil de seguridad conocido, Pirfenidona podría avanzar con mayor rapidez hacia ensayos clínicos y traslado al ámbito clínico, lo que permitirá prescindir de esteroides potencialmente nocivos y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En un contexto global donde la innovación en salud respiratoria es crucial, esta línea de investigación abre una nueva vía: reducir exacerbaciones, evitar tratamientos con efectos adversos acumulativos y acelerar el acceso a terapias más seguras. A medida que se confirmen estos hallazgos en ensayos clínicos, la EPOC podría dejar de ser una condición gestionada con paliativos invasivos… para transformarse a través de soluciones más inteligentes y centradas en la protección inmunológica.
Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.