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Figuras como Jon Hernández ponen de manifiesto el interés que genera el mundo de la IA. Fotógrafo de profesión, en poco menos de un año ya ha logrado crear una comunidad de 85,000 seguidores en internet.

Jon describe su entrada en el mundo de la IA como un despertar, motivado por un artículo alarmante que le hizo darse cuenta de las implicancias de esta tecnología. «Lo descubrí a través de un artículo en Time de Eliezer Yudkowsky que decía ‘si no paramos esto vamos a morir todos’, que era un poco dramático. Y a partir de ahí me metí en el ‘rabbit hole'», explica Hernández sobre su primer contacto con la IA.

Sin una formación específica ni un perfil técnico ya ha logrado posicionarse como divulgador, lo que evidencia que la IA es accesible a todos, y es crucial adaptarse y entenderla. «Yo soy una persona autodidacta, yo no he estudiado ninguna carrera, ni tengo un master en el MIT y nada por el estilo y siempre me he formado a mí mismo y soy una persona muy curiosa«, comenta sobre su enfoque autodidacta.

El viaje de Jon no es solo profesional, sino profundamente personal. Ha experimentado una revelación, reconociendo que la IA podría desplazar profesiones como la fotografía, su área de experiencia. «Yo creo que es una de las cosas que me dijeron en la primera conferencia que me invitaron, es que nos gusta mucho tu perfil porque es uno de los primeros que va a caer con la IA y lo llevas súper bien«, reflexiona sobre el impacto de la IA en su profesión: «La fotografía es carne de cañón para la IA».

Su canal de YouTube no solo trata sobre la IA desde una perspectiva tecnológica sino también desde su impacto social y laboral. Expone cómo la automatización avanzará a pasos agigantados, planteando interrogantes sobre el empleo y la esencia de capacidades consideradas intrínsecamente humanas como la creatividad y el razonamiento.

La divulgación de Jon va más allá del mero reporte de avances tecnológicos; invita a una reflexión sobre cómo estos cambios nos afectarán a todos. «Yo siempre digo que si a mí me dieras un botón que le pudiéramos dar y volviésemos a los caballos y a las granjas, yo le daría», dice Jon, destacando su enfoque crítico aunque inevitablemente fascinado por las posibilidades de la IA.

Además, desde su plataforma promueve el «Club de la IA» para aquellos que desean profundizar más allá de las actualizaciones semanales. Este club atrae a un público diverso, desde emprendedores hasta educadores y profesionales de múltiples disciplinas, todos unidos por el interés por entender y aplicar la IA en sus respectivos campos.

Jon Hernández no solo enseña sobre la IA; vive sus implicaciones cada día y las comparte con un público global, haciendo de la educación y la adaptación sus principales herramientas contra la ansiedad que el futuro tecnológico nos reserva. Su historia es un testimonio de cómo el interés y la dedicación pueden transformar el miedo y la incertidumbre en una oportunidad para crecer y adaptarse.