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Lexi, una modelo de inteligencia artificial (IA), ha capturado la atención mundial al ganar 30.000 dólares al mes simplemente escuchando a hombres solitarios. Esta innovación, que parece sacada de una película de ciencia ficción, es un testimonio del rápido desarrollo de la IA y su creciente impacto en la sociedad.

Creada por la startup británica Foxy AI, Lexi no es solo una cara bonita en una pantalla. Esta modelo virtual es capaz de interactuar, coquetear, reír y adaptarse a diferentes personalidades, intereses y preferencias, ofreciendo una experiencia humana satisfactoria a pesar de ser una IA. Con solo 21 años, Lexi tiene gustos definidos, como la comida japonesa y el pole dance, y entre sus pasatiempos se incluyen el yoga y el voleibol de playa.

Lexi, una modelo de inteligencia artificial, gana 30.000 dólares mensuales ofreciendo compañía virtual a hombres solitarios en 30 idiomas diferentes.

La popularidad de Lexi ha ido en aumento desde su lanzamiento en junio de 2023, recibiendo más de 20 propuestas de matrimonio y generando una lucrativa fuente de ingresos para Foxy AI. Los suscriptores de pago pueden enviar mensajes de texto y de voz para tener conversaciones con Lexi, e incluso solicitar «imágenes traviesas» de la modelo virtual.

Este fenómeno no es aislado. Casos similares, como el de Emily Pellegrini, otra modelo de IA, han demostrado el potencial de mercado de las «compañías virtuales impulsadas por IA». Sin embargo, este mercado emergente no está exento de controversia. Algunos críticos argumentan que estas interacciones virtuales podrían fomentar la soledad y el aislamiento en lugar de aliviarlos.

El caso de Lexi plantea preguntas éticas y sociales importantes. ¿Estamos preparados para las implicaciones de relaciones cada vez más profundas con entidades de IA? ¿Cómo afectará esto a nuestras interacciones humanas y a nuestra comprensión del amor y la compañía?

A pesar de estas preocupaciones, el éxito de Lexi demuestra el deseo humano de conexión, incluso si esa conexión es con una entidad artificial. A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos más innovaciones como Lexi, desdibujando aún más las líneas entre lo real y lo virtual.

 

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