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En el festival SXSW de Austin, Texas, se presentó un proyecto que ha vuelto a poner en el centro del debate ético el uso de la inteligencia artificial para «resucitar» a celebridades fallecidas. Marilyn Monroe Digital, creada por Soul Machines en colaboración con Authentic Brands Group, es capaz de interactuar en tiempo real con los fans utilizando procesamiento de lenguaje natural, aprendizaje profundo y GPT 3.5, todo ello en la «voz y estilo característicos» de Monroe.

La tecnología detrás de «Marilyn Monroe Digital» permite leer emociones de los usuarios, analizar preferencias y personalizar respuestas, prometiendo diálogos naturales y fluidos. Sin embargo, este avance tecnológico ha suscitado preocupaciones sobre la propiedad intelectual y el consentimiento post mortem de las figuras públicas.

La aparición de ‘Marilyn Monroe Digital’ en SXSW, un chatbot que imita la voz y el estilo de la icónica actriz fallecida, ha generado una intensa discusión sobre la ética de resucitar digitalmente a celebridades sin su consentimiento.

La mayoría del patrimonio de Marilyn Monroe fue heredado por Lee Strasberg, su profesor de actuación, cuya segunda esposa vendió posteriormente los derechos de propiedad intelectual de Monroe a Authentic Brands por una suma estimada de entre 20 y 30 millones de dólares. Este traspaso de derechos ha permitido el desarrollo de «Marilyn Monroe Digital», pero plantea preguntas sobre los límites de la explotación comercial de la imagen de personas fallecidas.

La huelga de actores de Hollywood del año pasado puso de relieve la preocupación por el uso de la IA en las actuaciones, especialmente en lo que respecta a los escaneos de IA de intérpretes fallecidos y las condiciones de consentimiento. Además, el especial de comedia impulsado por IA que intentó imitar el humor de George Carlin, fallecido hace 15 años, resultó en una demanda por parte de la herencia de Carlin contra la compañía detrás del especial por uso no autorizado de las obras con derechos de autor del comediante.

Greg Cross, CEO y cofundador de Soul Machines, afirma que «Marilyn Monroe Digital» es más que nostalgia; es una visión del futuro de las interacciones inmersivas. Sin embargo, este futuro plantea interrogantes éticos fundamentales sobre la memoria y el legado de las figuras públicas, así como sobre los derechos de autor y el consentimiento en la era digital.

La presentación de «Marilyn Monroe Digital» en SXSW ha reavivado el debate sobre la ética de la resurrección digital de celebridades. Mientras que la tecnología ofrece nuevas formas de interactuar con íconos culturales, también exige una reflexión profunda sobre la dignidad, el consentimiento y la propiedad intelectual en el mundo digital.

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