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En un movimiento sin precedentes, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado la primera resolución para regular la inteligencia artificial (IA) a nivel global. Esta decisión marca un punto de inflexión en el abordaje internacional de una tecnología que, si bien promete transformar todos los aspectos de nuestra sociedad, también plantea desafíos éticos, de seguridad y de derechos humanos significativos.

La resolución, adoptada por consenso y sin necesidad de votación, refleja la urgencia de establecer un marco que promueva un desarrollo de la IA «seguro», «responsable» y «equitativo». Este consenso global, patrocinado por Estados Unidos y copatrocinado por 120 países, subraya la necesidad de abordar la IA como una «cuestión profunda» que trasciende las divisiones geopolíticas habituales.

Un hito histórico: La ONU aprueba resolución para regular la IA y asegurar su uso ético y equitativo

  • Estándares internacionales: La ONU ha llamado a la creación de estándares internacionales para asegurar que los sistemas de IA sean seguros y confiables. Este enfoque busca garantizar que la IA beneficie a la humanidad, promoviendo la paz, la protección de los derechos humanos y cerrando las brechas digitales a nivel mundial.
  • Exclusión de la IA militar: La resolución se centra en los usos civiles de la IA, excluyendo explícitamente la IA militar de su alcance. Esto refleja un compromiso con el fomento de aplicaciones de IA que contribuyan positivamente al desarrollo humano y la protección del medio ambiente.
  • Lucha contra la pobreza y protección del planeta: La embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield destacó el potencial de la IA para combatir la pobreza, salvar vidas y proteger el planeta. Este enfoque subraya la importancia de dirigir el desarrollo de la IA hacia objetivos que beneficien a toda la humanidad.
  • Sesgos y derechos humanos: La resolución reconoce los riesgos de que la IA refuerce prejuicios, discriminación y ponga en peligro la protección de datos personales. Por ello, insta a los Estados miembros y otras partes interesadas a abstenerse de usar sistemas incompatibles con el respeto a los derechos humanos.
  • Compromiso con la regulación: La adopción de esta resolución es un reflejo del compromiso global con la regulación de la IA. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó que tanto ella como el presidente Joe Biden están «comprometidos a establecer y fortalecer reglas y normas internacionales» sobre tecnologías emergentes como la IA.

La aprobación de esta resolución por la Asamblea General de la ONU es un paso crucial hacia la creación de un futuro en el que la IA se desarrolle de manera responsable y beneficiosa para todos. Al establecer un marco regulatorio global, la comunidad internacional reconoce tanto el potencial transformador de la IA como los riesgos que conlleva su mal uso.

Este consenso global sobre la necesidad de regular la IA refleja una comprensión compartida de que, para aprovechar plenamente los beneficios de esta tecnología, es esencial abordarla con un enfoque ético y centrado en el ser humano. La resolución de la ONU es un primer paso hacia la garantía de que la IA sirva a los intereses de la humanidad, promoviendo un desarrollo tecnológico que sea seguro, justo y beneficioso para todos.

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